Kiko Rivera e Irene Rosales se preparan para una Navidad sin mucha paz

La demanda por estafa o el posible encuentro en ‘Cantora’ con Isa Pantoja son los asuntos que más preocupan a la pareja

Por Gtresonline

Aunque el éxito profesional acompaña a la familia Pantoja, otros asuntos parece que no les van a dejar tener, al menos a Kiko Rivera y a Irene Rosales, una Navidad tranquila. Y es que estas fechas prenavideñas tienen en tensión al matrimonio debido a los últimos acontecimientos. La demanda por estafa interpuesta por Kiko, el posible reencuentro con su hermana Isa Pantoja en Cantora y el distanciamiento con sus hermanos mayores son los tres puntos que, al menos por el momento, no van a traer la paz al DJ.

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Hace dos meses el artista ponía en conocimiento de la policía que estaba siendo víctima de una estafa, no sin antes hacerlo público a través de sus redes sociales. Al parecer una persona se estaba haciendo pasar por un miembro del equipo de Rivera Pantoja, cerrando bolos en su nombre. Un timo nada desconocido para él, que ya padeció este tipo de práctica tiempo atrás. A esto se le ha sumado la crisis que aún mantiene con su hermana pequeña, aunque la buena disposición de ambos para volver a tener una relación cercana apunta a que su encuentro podría estar cerca, quizá en Cantora, como dijo la joven hace unos días al contestar al perdón público de su hermano. Pero unas recientes declaraciones de Omar Montes podrían poner en peligro esta reconciliación fraternal. El rapero ha confirmado que Kiko le ha invitado personalmente a pasar las Navidades en su casa de Medina-Sidonia, por lo que la ausencia de la hija pequeña de Isabel Pantoja será evidente. Como no podía ser de otra manera, Anabel Pantoja ha mostrado su disconformidad ante las afirmaciones del exnovio de su prima: "Cada uno tiene que estar en casa con su familia, él tiene aquí en Madrid a sus abuelos y a su madre".

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Además de con su hermana, también uno de los encuentros más esperados en estas fechas tan señaladas es el de los hermanos Rivera, que cada 25 de diciembre se reúnen para comer juntos, sin embargo, según ha contado ya el mayor de los tres, Francisco, este año no habrá tal evento, puesto que él se marcha de viaje con su familia. La salud de doña Ana, mejor tras el susto vivido a principios de octubre, sigue teniendo en vilo a la familia, algo más tranquila después de que el pilar de sus vidas recibiera el alta hospitalaria. Kiko e Irene, que continúan con sus respectivos trabajos en la música y la televisión, han querido revolucionar aún más su vida ante la llegada de la Navidad mostrando su gran corazón, dándole una nueva oportunidad a un perrito que han adoptado, y que ya es un miembro más de su familia numerosa.