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El mundo de la interpretación española quedó estos días un poco más huérfano tras el fallecimiento del actor Nicolás Dueñas, conocido por sus papeles en El crimen de Cuenca (1980), Gary Cooper, que estás en los cielos… (1981), Divinas palabras (1987) o Tu nombre envenena mis sueños (1996), además de la serie La que se avecina. Este pasado domingo, en el Tanatorio Sur de Madrid, fue despedido con una gran tristeza por sus amigos y familiares más cercanos, y posteriormente incinerado. En el tanatorio se pudo ver a su hija Lola Dueñas, muy afectada, un dolor que se reflejó también en el rostro de la actriz Emma Ozores, expareja del intérprete. Las dos estuvieron muy arropadas por los suyos en el último adiós al artista.
La también actriz Lola Dueñas es fruto del matrimonio de Nicolás con la productora María Navarro, unión de la que nació además Ana, que falleció en 2016 tras una larga enfermedad. En una entrevista de Lola Dueñas de hace un tiempo, la intérprete hablaba, con gran emoción, de sus padres. “Me impresiona que se hagan mayores” señalaba en El Mundo. Emma Ozores fue otro de los grandes amores del intérprete, con el que coincidió en la serie La que se avecina durante varios capítulos. En la citada ficción, Dueñas interpretaba al padre de Lucía, personaje encarnado por Lucía Álvarez, mientras que Emma daba vida a Mamen, una de las vecinas de la peculiar comunidad. Nicolás Dueñas pasó sus últimos años junto a Mar Fernández.
El actor, que falleció a los 78 años de edad, fue uno de los más prolíficos sobre las tablas, dando sus primeros pasos en el mítico Teatro Español Universitario de Madrid, creado a principios de los años 40 inspirado en otra agrupación teatral universitaria, La Barraca de Federico García Lorca. Esta formación dio pie a la promoción del teatro por todo el territorio español. En los últimos años alcanzó la fama gracias a su participación en la comedia televisiva, La que se avecina.
“Qué tristeza tener que decirte adiós, querido amigo. Con Nicolás Dueñas no solo perdemos un artista cabal y estupendo, y un consejero entregado a mejorar la profesión desde Aisge. Perdemos, sobre todo, a un cómplice, a un hermano. Un beso muy grande, Lola, Ana y demás familia” escribió la sociedad Artistas Intérpretes, Sociedad de Gestión, entidad en la que ejercía de consejero.
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