La eterna luna de miel de Ana Boyer y Fernando Verdasco continúa en Brasil

La pareja, que contrajo matrimonio hace poco más de dos meses, apenas se ha separado y da muestras de su amor en cada lugar del mundo al que viaja

Por hola.com

Desde que se dieron el 'sí, quiero', el pasado mes de diciembre en la isla de Mustique, en pleno Caribe, Ana Boyer y Fernando Verdasco apenas se han separado y siguen recorriendo el mundo juntos. El tenista continúa con sus compromisos profesionales, que le llevan por distintas partes del planeta, y a su lado siempre está la hija de Isabel Preysler, que se ha convertido en su talismán. Así sucedía antes de que se casaran y después de su romántica boda no iba a ser diferente.

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Hace unos días, la pareja aterrizaba en Brasil. Allí el deportista, que en estos momentos ocupa el número 40 del mundo según la clasificación ATP, habría de disputar el Abierto de Río de Janeiro. Lo hacía con muchas ganas, tal y como él mismo se encargó de anunciar a su llegada a la ciudad. "Después de muchos años queriendo conocer esta maravillosa ciudad, finalmente llegó el día", escribía junto a una impresionante fotografía en la que aparecían unas de las mejores vistas de Río, con el mítico Cristo Redentor de espaldas presidiendo toda la urbe.

Al marido de Ana Boyer de momento no le va mal. Este viernes disputará los cuartos de final y lo hará con muchas ganas y, sobre todo, con el apoyo de su esposa, que es su mayor fan. Con ella precisamente está disfrutando cada minuto que la competición, que termina este domingo, le deja libre. Tal y como hicieron la semana pasada en el Open de Argentina, donde Verdasco cayó en cuartos de final, la pareja comparte todos los instantes que puede. Si en Buenos Aires celebraron la señalada festividad de San Valentín tomando el sol, en Río de Janeiro han preferido hacer turismo y conocer algunos de los lugares más típicos y conocidos de la zona.

Así, este jueves por la tarde la pareja se desplazaba hasta el principal símbolo de Río, el Cristo Redentor o Cristo de Corcovado, un impresionante monumento que mide más de 30 metros y cuya estatua muestra la ciudad. Situada a 700 metros sobre el nivel del mar, la imagen se ubica en el Parque Nacional de la Tijuca, en la cima del cerro del Corcovado. Precisamente hasta allí se trasladaron Ana Boyer y Fernando Verdasco, que disfrutaron de una tarde típicamente turística en lo que parece una luna de miel eterna para ambos.

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Sólo hace dos meses que se convirtieron en marido y mujer y cada uno de ellos lo han pasado en un lugar diferente del mundo. Cuando cumplieron su primer mes de casados, se encontraban en Sídney, donde aterrizaron una vez que culminaron el torneo de tenis de Doha y Verdasco tuvo que hacer lo propio en Australia. En aquella ocasión, la hija de Isabel Preysler quiso recordar el día más importante de su vida y lo hizo con una bonita fotografía de ambos tomada el día de su boda. Esta vez ha vuelto a hacerlo y, aunque sin añadir ningún comentario al respecto, no ha querido olvidarse de una fecha que quedará siempre grabada en la memoria de los dos.

 

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Tras su periplo por Sudamérica, la pareja pondrá rumbo de nuevo a Doha. Fue precisamente en Qatar donde ambos decidieron establecer su residencia incluso antes de casarse. Allí pasaron sus primeras semanas de matrimonio y es allí donde tienen su base de operaciones, aunque continuamente viajen por el mundo debido a los torneos en los que ha de competir el tenista y a los que le acompaña Ana Boyer, quien se ha convertido en su mejor fan y su mayor apoyo.