LA SILLA DEL MORO
El paseo de los Tristes, uno de los rincones más evocadores de Granada, es el punto de partida hacia los miradores más bellos de la ciudad. De allí parte también la cuesta de los Chinos que sube por la colina roja y deja a un lado las murallas de la Alhambra y, al otro, los límites del Generalife hasta llegar a la Silla del Moro, un lugar unido a la historia de la ciudad, adscrito al conjunto monumental de la Alhambra.
Desde este lugar las vistas son inenarrables. Desde él no solo se divisa la Alhambra y sus palacios interiores, el cauce del Darro y las casitas blancas del Albaicín, también la Vega y las montañas que ciñen la llanura del río Genil.