RECORRIENDO LAS GARGANTAS EN COCHE
Dentro del Parque Natural de Regional de Grand Causses (parc-grands-causses.fr/es), uno de los más extensos de Francia, se esconde un tesoro paisajístico inesperado: las gargantas de Tarn, un serpenteante cañón de elevadas y verticales paredes calizas que durante unos 90 kilómetros ofrece una sucesión de panorámicas inolvidables, paisajes únicos y pueblos de postal, de esos que aún parecen anclados en la Edad Media.
Desde Millau hay que remontar el curso del río Tarn -las gargantas se pueden recorrer en coche, a pie o en barca- hasta alcanzar la localidad de Le Rozier -a 20 kilómetros de Millau-. En este lugar desemboca en el río Tarn uno de sus más importantes afluentes, el río Jonte, que también discurre por el fondo de una estrecha y espectacular garganta fluvial. Aquí los enormes murallones de roca caliza se alzan hasta los 400 metros de altura y sus cornisas rocosas han sido colonizadas por una variada vegetación entre la que predominan los pinos, las encinas o los enebros.
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