El duque de Cambridge irrumpe por sorpresa en el homenaje a Diana de Gales

El primogénito de la recordada princesa quiso agradecer en persona a los ciudadanos que se habían congregado en el Palacio de Kensington para conmemorar la fecha en la que habría cumplido 58 años

Por hola.com

Este lunes 1 de julio es una fecha muy significativa marcada en rojo en el calendario vital del duque de Cambridge y del duque de Sussex: es el día en el que su madre, la recordada Diana de Gales, habría celebrado su cumpleaños. En concreto, este año habría soplado las 58 velas de su tarta. Por eso, como cada año, los admiradores de la princesa se habían cita desde primera hora de la tarde en las inmediaciones del Palacio de Kensington a fin de rendirle su particular homenaje y conmemorar esta fecha cargada de simbolismo que, junto con el 31 de agosto -día en el que perdió la vida hace casi 22 años- son dos citas ineludibles en Kensington para todos los seguidores de Diana.

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Lo que no se imaginaba ninguna de las personas que se encontraba a las puertas del palacio este lunes por la tarde era que iban a recibir una visita muy especial. Después de casi una hora y media homenajeando a la princesa en las célebres rejas que delimitan la que fue su residencia, su hijo mayor, el duque de Cambridge, apareció por sorpresa acompañado por un pequeño séquito de seguridad. Caminando en silencio, el nieto de Isabel II se dirigió hasta la zona inundada por flores y fotografías de Diana y fue saludando, uno por uno, a las seis personas allí presentes.  

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Tal y como reconoció uno de los admiradores en conversación con el Daily Mail, el duque de Cambridge es muy consciente de que desde hace muchos años suelen acudir al palacio para homenajear a Diana de Gales. "Nos agradeció lo que estábamos haciendo por su madre. Todavía estoy temblando. Me siento muy emocionado", confesó antes de reconocer que rezaba por la princesa todos los días en la Abadía de Westminster, algo que conmovió al duque. "Me estrechó la mano tres veces, muy firmemente, y sentí una sensación hermosa. Nunca antes había hablado con Guillermo, solo lo he visto, pero él vino directo a mí y supo quién era yo. Ninguno de nosotros podía creérselo cuando llegó y nos dio las gracias. Realmente es hijo de su madre". Después de siete minutos de charla con el grupo, el duque de Cambridge se despidió, alegando que se trataba de una visita privada.

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Mientras eso ocurría, su esposa, la duquesa de Cambridge, se dejó ver en el Hampton Court Palace Garden Festival en Molesey y lo hizo con un estilismo muy sencillo y veraniego. Un día después cambió radicalmente de look y de acto, y acudió a uno de los partidos de Wimbledon, donde compartió risas y diversión junto a dos amigas, las tenistas británicas Katie Boulter y Anne Keothavong.