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La princesa Sheikha Latifa "continúa mejorando" en su estado de salud y "está en casa siendo atendida", según reza un comunicado firmado por la familia real de Dubái a través de su embajada de los Emiratos Árabes Unidos en Londres. La respuesta llega tras las graves acusaciones esta semana de la hija del emir, quien decía sentirse "rehén" de su propio padre el jeque Mohamed Bin Rashid Al Maktum. "Esperamos y confiamos en que regrese a la vida pública lo antes posible y a su debido tiempo", dice la nota oficial, asegurando que Su Alteza está rodeada "por su familia" y por "profesionales médicos" que la cuidan. La familia real de Dubái quiere también dar las "gracias a todos aquellos que han expresado su preocupación por el bienestar" de la princesa de 35 años, si bien puntualizan que las últimas noticias difundidas por algunos medios de comunicación sobre Latifa "no reflejan exactamente la realidad".
La princesa Latifa reaparece: "Soy una rehén y esta casa se ha convertido en una prisión"
El comunicado de las autoridades emiratíes se produce horas después de que el Gobierno británico y el Alto Comisionado para los Derechos Humanos de la ONU expresaran su "preocupación por las informaciones que han salido a la luz estos días sobre la situación" en la que se encuentra la hija del emir. La portavoz del organismo de la Naciones Unidas, Liz Throssell, solicitó a la delegación en Ginebra de la familia real de Dubái una "prueba de vida" de la princesa para conocer con precisión su paradero, algo que de momento no ha llegado. "Estaremos vigilantes ante lo que ocurra", dijo la portavoz. El pasado miércoles, la BBC publicó unos vídeos grabados desde un baño por Latifa donde denunciaba que "esta casa se ha convertido en una prisión. Todas las ventanas están cerradas con rejas y ni siquiera puedo salir a respirar aire fresco", se lamentaba.
La ONU investigará la situación de la princesa y Reino Unido pide pruebas de vida
"Hay cinco policías fuera y dos dentro. Francamente, no sé si voy a poder sobrevivir a esto", decía Latifa, quien afirmaba haber sido "amenazada con no volver a ver el sol nunca más". La pìeza fue filtrada a la cadena por su amiga Tiina Jauhiainen, su primo materno Marcus Essabri y el activista David Haugh, promotores de la campaña Free Latifa (Libertad para Latifa). El rastro de la princesa se había desvanecido el 4 de marzo de 2018 cuando pretendía huir del país a bordo de la embarcación Nostromo, que fue interceptada por las fuerzas especiales emiratíes. La hija del emir se opuso a su captura "pataleando y luchando", llegando a morder el brazo de uno de sus captores. Entonces, le inyectaron un tranquilizante y fue trasladada a Dubái a bordo de un jet privado. Después de lo vivido, Latifa explicabba que "esto es un circo y solo quiero ser libre. La situación se vuelve cada día más desesperada y estoy muy cansada", concluía.
La hija del emir de Dubái desaparece en extrañas circunstancias
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