El rey Ananda Mahidol de Siam, una muerte envuelta en el misterio

Por hola.com

Intensamente querido por su pueblo desde que ascendiera al trono en 1935, cuando tan solo contaba con 9 años de edad, la vida del rey Ananda Mahidol (1925-1946) de Siam –denominación utilizada hasta 1939 para referirse a la actual Tailandia– se vería truncada de forma dramática cuando, a la edad de 20 años, fuera descubierto muerto en su cama del Palacio Boromphiman con una herida de bala en la cabeza. Su hermano Bhumibol (1927), dos años menor, le sucedería de inmediato asumiendo el nombre de Rama IX. Así acababa la historia de uno de los capítulos más controvertidos de la que es actualmente la Casa Real más acaudalada del mundo, la dinastía Chakri.

 

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Todo parecía de color de rosa en la vida del jovencísimo Ananda Mahidol. El Príncipe había nacido en 1925 en Heidelberg (Alemania), donde sus padres, el príncipe Mahidol (1892-1929) y Srinagarindra (1900-1995), se encontraban estudiando. Su padre, un eminente médico que pasaría a la historia de Tailandia como el gran renovador de la sanidad de su país, quiso dar a sus hijos una educación cosmopolita y abierta, por lo que la familia viviría en lugares tan dispares como París, Massachusetts y Lausana, ciudad suiza donde el Príncipe seguiría sus estudios de derecho. En 1927 su tío, el rey Prajadhipok, que no tenía descendencia, decidió convertirlo en Príncipe Heredero de Siam. Pese a que después de recibir este título la familia se trasladó a Tailandia, un golpe de estado en 1932 hizo que el Heredero tuviera que regresar, ya solo con su hermano y su madre, habida cuenta de que su padre había fallecido un par de años antes, a tierras helvéticas.

Su residencia en Europa llevó a que el príncipe Ananda fuera considerado como alguien de profunda vocación occidental. Así, los periódicos de la época destacaban que el Príncipe era más europeo que oriental, destacando su gusto por el jazz, los coches americanos y las armas de fuego. En cualquiera de los casos el periplo internacional del Príncipe tocó a su fin el 2 de marzo de 1935, cuando la Asamblea Nacional de Tailandia, después de arduas deliberaciones, le eligió como nuevo monarca del país. No obstante, con la excepción de una visita en 1938, el nuevo Rey no se establecería de forma definitiva en Tailandia hasta después de la Segunda Guerra Mundial, ya que durante este conflicto el país fue anexionado por Japón.

 

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En 1945, con un título de derecho y un gran atractivo físico, el Rey llegó a su nación en olor de multitudes. Sin embargo poco pudo el Soberano disfrutar de su popularidad. En la mañana del 9 de junio de 1946 aparecería sin vida en su habitación del Gran Palacio de Bangkok. Según las primeras informaciones, su hermano Bhumibol había entrado a la habitación del Rey a las nueve de la mañana y había encontrado al Soberano dormido, por lo que había abandonado la alcoba. Veinte minutos después se había escuchado en los pasillos del palacio el sonido de una bala. El criado del Rey, alarmado, se había dirigido apresurado a la habitación real y había encontrado el cuerpo inerte del Soberano. “¡El Rey se ha disparado!”, gritó. La madre del Rey corrió a los aposentos de su primogénito, encontrándolo tumbado en la cama boca arriba y con una herida de bala en la frente. Una pistola Colt del calibre 45 yacía al lado del cadáver. “¡Ananda, hijo mío!”, exclamó desgarrada Srinagarindra.

Inicialmente toda la prensa apuntó a que la muerte del Rey había sido un accidente. La afición del joven monarca tailandés por las pistolas –siempre iba acompañado de una y en el palacio era conocida su afición a practicar tiro en palacio en compañía de su hermano– parecía ser indicio suficiente para dar por sentada la versión de la fatalidad. Sin embargo otras fuentes aseguraban que el Rey podría haberse quitado la vida y se referían a un supuesto idilio del Soberano con una joven suiza de 21 años, truncado con la coronación. Pese a las iniciales reticencias, el Gobierno tailandés decidió nombrar una comisión que investigara la extraña muerte del Rey. Quince médicos, incluyendo uno llegado de los Estados Unidos, escrutaron los hechos, llegando a la exhumación del cadáver y su tratamiento con rayos equis. La conclusión, basada en la dirección del proyectil en el cráneo del Rey, fue rotunda y, a la vez, estremecedora. El Rey había sido asesinado.

 

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Pronto las especulaciones sobre la autoría del crimen comenzaron a aparecer. Louis Mountbatten, Conde de Burma (1900-1979), envió una carta al rey Jorge VI de Inglaterra para informarle de su convicción de que el hermano y sucesor del finado, el ya rey Bhumibol, estaba detrás del asesinato. Sin embargo las pesquisas de las autoridades descartaron la implicación de la madre o el hermano del Rey. Tras largos meses de conjeturas, el nuevo Rey se trasladó a Suiza acompañado de su madre para seguir sus estudios universitarios. Allí permanecería cuatro años.

Mientras, en Tailandia, un golpe de estado derrocó al gobierno del primer ministro Pridi Phanomyong. Éste, junto al secretario personal del Rey asesinado y dos sirvientes fueron arrestados, acusados de haber tramado el regicidio. En 1955, casi diez años después del asesinato, los tres sospechosos serían ejecutados ante un pelotón de fusilamiento. En la actualidad, sin embargo, los historiadores ponen en duda que los verdaderos autores del magnicidio hayan sido identificados alguna vez. El asesinato del rey Ananda sigue siendo en definitiva un misterio. Recientemente se ha aseverado, no sin polémica, que el crimen podría haber sido el resultado de un complot del servicio secreto japonés, concretizando incluso en la figura del espía Masanobu Tsuji (1900-1961) como cerebro de la trama. La implicación del rey Bhumibol también se ha mantenido como posible versión. No obstante autores como Paul M. Handley la descartan de manera radical.

Sea como fuere, cuando Bhumibol, también conocido como Rama IX, regresó a Tailandia, supo granjearse el apoyo y el cariño de su pueblo, que aún hoy en día le considera un gobernante sabio y siempre dedicado al bienestar de su nación. Si bien la fortuna de la Casa Real tailandesa es astronómica –en torno a 30 billones de dólares según la revista Forbes–, el Rey siempre ha hecho grandes inversiones en educación, sanidad y en el apoyo a los afectados por distintas catástrofes naturales. Casado en 1950 con la muy admirada Sirikit (1932), el Rey –el Jefe de Estado más duradero del mundo con más de 68 años de reinado– ha sabido formar una Familia Real, formada además por sus hijos, los príncipes Vajiralongkorn (1952), Heredero al Trono, Ubolratana (1951), Sirindhorn (1955) y Chulabhorn (1957), respetada y venerada por los ciudadanos tailandeses, que exhiben retratos de ellos en sus casas. El misterio en torno a la muerte del rey Ananda parece ya pues solo formar parte del pasado.