Su Alteza Real, la princesa Lalla Salma Bennani puede convertirse de verdad en la esposa del Rey y rechazar el papel que sus antecesoras desempeñaron como madres de los príncipes. Se espera, de hecho, en el reino que, con su actitud y su formación, ayude a las hermanas del monarca, Lalla Meriam y Lalla Hasna a poner un rostro humano a la Monarquía.
¿Transgresora?
Lalla Salma Benanni rompe, de alguna forma, con el estereotipo de esposa marroquí y, también, con las ancestrales tradiciones que no reconocen la figura de esposa del Rey. Ingeniero de profesión y universitaria de vocación es, de hecho, la persona hacia la que los marroquíes han vuelto todas las miradas después de considerar que ella representa todas las esperanzas. La única que, desde un papel más social y humanitario, puede permitirles alcanzar un mayor nivel de vida en esa tierra de contrastes donde la pobreza y el lujo parecen adaptarse a la perfección.
Huérfana de madre
Salma Benanni, de 24 años, -catorce menos que el Monarca- es hija de un profesor universitario de Fez, Haj Abdelhamid Benanni y huérfana de madre, desde los tres años. Por ello, fue criada por su abuela en Rabat junto a su hermana, -tiene tres hermanastros- que trabaja, en la actualidad, como médico en Marruecos... La princesa Salma Bennani, esposa ya del Príncipe de los Creyentes, es esa mujer a la que el siglo XXI, le tiene reservado, un gran papel histórico en una monarquía con doce siglos de existencia y ni una sola reina.
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