Hijo haciendo los deberes con su padre en el escritorio.©Istock

Psicología

‘Mi hijo ha suspendido’, ¿qué puedo hacer?

Todos los padres quieren que sus hijos aprueben al final de curso, pero a veces, esto no ocurre y no saben cómo enfrentarse a unas malas notas

Ante el final de la tercera evaluación y el fin de curso, las llegadas de las notas empieza a ser un momento a temer para muchos padres. Si el segundo trimestre no fue bien, más todavía. Y si además tu hijo está finalizando uno de los tres ciclos de primaria, -es decir, segundo, cuarto o sexto-, aparece la amenaza de repetir curso. Y es que con la entrada en vigor de la LOMLOE, que ha modificado la condición de promoción de todos los niveles educativos, la repetición únicamente se planteará al finalizar estos tres cursos y haber agotado el resto de vías de refuerzo y apoyo. Pero si ha llegado el momento y, finalmente, tu hijo no aprueba, además de entender los motivos que han podido desencadenar estos malos resultados, los padres deben evitar perder el control, nos dice Iris Pérez Bonaventura, psicóloga clínica y miembro de la Asociación Americana de Psicología (APA), que recientemente ha publicado A mi también me pasa (B de Block). Con ella hemos querido hablar para que nos dé unas pautas para saber cómo afrontar de la mejor manera posible esta situación.

Uno o varios suspensos, ¿qué debo evitar?

Todos los padres y madres quieren que sus hijos hagan los deberes y aprueben todas las asignaturas. Sin embargo, no siempre ocurre así. Por eso, nos dice la experta, “es importante tomárselo como una oportunidad para aprender, para reflexionar sobre qué puede haber pasado y cambiar las cosas que estén en tus manos y en las de tus hijos para mejorar y que consigan dar el máximo de su potencial”. En este caso, sobre todo, tenemos que tener en cuenta qué actitudes debemos evitar y son, según nuestra experta, las siguientes:

  • Perder el control.
  • Criticar a nuestro hijo abierta y públicamente.
  • Dramatizar con la situación.
  • Hacer un monólogo en el que solo hables tú sin dejar que tu hijo se exprese.
  • Sobreproteger a tu hijo sin que asuma las consecuencias de sus actos o, por el contrario, desentenderse por completo de las cosas que hace tu hijo.
  • No ayudarle en nada.
  • No confiar en tu hijo o tener expectativas poco realistas.

Mientras estas actitudes no son nada recomendables, como padre o madre, nos dice por el contrario la experta, “debes saber que hay algunas formas de reaccionar que, a corto o largo plazo, son mucho más efectivas para que tu hijo pueda aprender de cada suspenso y levantarse para volver a intentarlo con mucha más fuerza”. Por ello, nos explica, hay formas de actuar que nos ayudarán a remontar esta situación y mejorar la próxima vez.

Cómo actuar ante unas malas notas en el colegio

Nuestra experta nos sugiere tener en cuenta las siguientes pautas para saber cómo actuar ante uno, dos o los suspensos que lleguen a final de curso:

  1. Mantén la calma. Si estás a punto de perder los nervios, no lo hagas. Hay que ser consciente del momento en el que estamos llegando ya a un nivel de enfado en el que nos vamos a descontrolar y, antes de que suceda, decirle a tu hijo que vas hacer una pequeña pausa. Por ejemplo, “hablamos más tarde”. Recuerda que eres un ejemplo para él y muéstrale que eres capaz de controlarte en momentos difíciles. No le digas algo de lo que te puedes arrepentir después.
  2. Cuida el lenguaje que utilizas. Ni críticas ni insultos. Lo que dices y cómo lo dices será muy importante para tu hijo y afectará directamente a su autoestima. “Eres una vergüenza, no vales para nada, nunca vas a ser nadie en la vida”. Antes de hablar, pregúntate: ¿Lo que le diré a mi hijo refleja realmente lo que deseo para él?
  3. Dale la importancia que tiene cada suspenso, sin dramatizar. No adoptes una actitud victimista con frases como “me estás matando con estas notas”. Al contrario, intenta fomentar el interés por el colegio y ayúdale a fijarse metas realistas y constantes, por ejemplo, “vamos a estudiar cada día 20 minutos inglés”.
  4. Deja que sea tu hijo quien hable y dale seguridad cuando lo haga. Si no expresa cómo se siente, pregúntale por qué cree que ha obtenido esas notas. Si tiene capacidad para el estudio, en algún momento deberá admitir que no ha trabajado lo suficiente. Si, en cambio, ignora la causa de las malas notas, no aprenderá y hay posibilidades de que vuelva a suspender.
  5. Deja que tu hijo asuma las consecuencias de cada suspenso. Estudiar es su responsabilidad, ayúdale a ser consciente para que cada vez pueda ser más maduro y autónomo. Si no asume esa responsabilidad, recuérdale las normas, los límites y los valores que tenéis en casa. Si es necesario, haz que tu hijo deje de obtener algo o pierda algo que tiene para que entienda las consecuencias de las acciones.
  6. Colabora con él para que elabore un plan de estudio. Enséñale técnicas de estudio que incluyan la organización (“¿qué deberes hay que hacer hoy?”), la planificación (“empezar a estudiar varios días antes de un examen”) y la gestión del tiempo (“¿cuántas horas se deben estudiar al día?). Y empezar con tiempo antes de que comience el nuevo curso.
  7. Motívale siempre a rendir mejor. No dejes de estar a su lado, de animarle o confiar en él. Muéstrale tu afecto de forma incondicional sin dejar de recordarle los numerosos talentos que tiene, que te gusta su personalidad.

Si tú hijo repite curso, tu actitud es muy importante

Cuando desde la escuela nos plantean, finalmente, la posibilidad de repetir un curso académico, lo primero de todo, nos dice la experta, “permítete unos segundos para respirar, sin juzgar ni culpar excesivamente a nadie”. Además, “no te lo tomes de forma personal ni creas que has fallado como padre”. En absoluto, en la vida, “cada momento difícil se puede convertir en una oportunidad y enseñar a tu hijo cómo hacerlo”, nos dice la experta. Y lo primero que debemos hacer es analizar por qué se ha producido esta situación.

Primero, pregúntate si tu hijo ha trabajado todo lo que podría haber trabajado y si se ha esforzado al máximo. Pero también habla con los profesores y conoce su opinión. Ten en cuenta, nos explica la psicóloga, “que la decisión de repetir curso es una decisión muy meditada por la escuela que tiene en cuenta lo que es mejor para el alumno”. Y, de nuevo, habla siempre con tu hijo y pregúntale qué acciones pueden haberle llevado a esta situación, sin sobreprotegerlo (evitará plantearse las consecuencias de sus actos) y sin reproches excesivos.