Carmen Moreno es educadora perinatal y creadora de la Plataforma Parto Positivo. Acaba de publicar su libro Postparto en positivo (Ed. Vergara), donde habla de cómo vivir ese ‘cuarto trimestre’ con calma y conexión.

El lanzamiento de la obra ha coincidido en el tiempo con el nacimiento de su tercer hijo, una niña, por lo que está viviendo el proceso con total intensidad. Hemos hablado con ella de lo que las madres necesitan para tenr un postparto pleno.

¿Qué te llevó a fundar la Plataforma Parto Positivo?

Parto Positivo nace en 2019 tras la publicación de mi primer libro en 2018 Hipnoparto: preparación para un parto positivo. La plataforma parte de la visión de acercar a las familias una preparación al parto que abarca lo informativo, práctico y emocional, siendo el trabajo de creencias un pilar fundamental.

Llegamos a la maternidad con una mochila de creencias limitantes que dificultan la conexión con nosotras mismas y que vivamos la experiencia desde la calma. El objetivo de Parto Positivo es tener el mejor comienzo posible a la maternidad, paternidad y a la vida para los bebés que llegan. Es para todos los embarazos, partos y postpartos. Parto Positivo es también una plataforma de divulgación, tanto de información basada en evidencia como de experiencias positivas de cientos de mujeres. La maternidad puede vivirse de manera positiva y placentera, con sus luces y sombras.

Acabas de dar a luz a tu tercer hijo, ¿en cada postparto la mujer hace un nuevo autodescubrimiento?

Sí, cada maternidad nos transforma profundamente. Ya desde el embarazo nuestro cerebro cambia para prepararnos para la maternidad. De hecho, con un escáner cerebral podemos saber con total certeza si una mujer ha estado embarazada. La transformación siempre se da y cuando vivimos el proceso de manera consciente podemos experimentar un gran crecimiento.

El parto es un rito de paso, un evento transcendental que deja una huella en madre y bebé. Nace un bebé, nace una madre. En el postparto reconocemos esa nueva identidad. Tenemos mayor plasticidad cerebral, es decir, capacidad para hacer cambios. Podemos aprovechar esa facilidad que nos da la naturaleza para hacer los cambios que queremos hacer. Crecer con nuestras criaturas y dejar ir creencias que no nos hacen bien, reforzando aquellas que nos traen paz y bienestar.

En el libro comentas que hemos necesitado que la evidencia científica apoye lo que el instinto materno sabía, como que la mujer necesita estar cerca de su bebé. ¿En qué debemos hacer más caso a nuestro instinto al tener un bebé?

En todo. Siempre. La ciencia y la información que consumimos nunca debe alejarnos de lo que nos trae paz como madres. Nunca debe sumar a la autoexigencia. Maternar no es una ciencia, es un proceso individual y único.

La ciencia nunca debería ser una herramienta que nos aleje de la escucha de nuestras necesidades y elecciones. Lo que es válido hoy, puede no serlo mañana. Lo que siempre es válido es tu sentir. Una experiencia positiva está profundamente vinculada a que seamos dueñas de nuestros procesos tomando las mejores decisiones para nosotras y nuestros bebés en base a lo que sentimos. La información puede jugar a nuestro favor cuando nos ayuda a tomar decisiones basadas en nuestros valores, pero nunca debe alejarnos de nuestro instinto.

¿Cómo influye la autoexigencia en la vivencia del postparto en las mujeres?

La autoexigencia está presente en la experiencia de casi todas las madres de una manera o de otra. Llegamos al postparto con expectativas poco realistas que nos dicen que todo será de color de rosa, que llegaremos a todo, que la baja de maternidad son unas minivacaciones, que debemos recuperar una determinada estética, recibir visitas, etc. Así vamos creando una idea de lo que es una buena madre o de cómo debería ser nuestra experiencia, de lo que deberíamos poder hacer. Aceptar nuestra experiencia dejando ir la autoexigencia es clave para tener una experiencia positiva. También lo es aceptar a la madre que somos. Más allá de los ideales, a menudo inalcanzables, a los que aspiramos.

Por eso, reconocer nuestras creencias y transformar aquellas que nos dañan es clave para tener una experiencia positiva.

¿Cuáles son las claves para vivir un postparto en positivo?

Hay tres pilares fundamentales. El primero es estar acompañada. No sentirte sola en el proceso y para ello es vital compartir con otras madres, contar con apoyo del entorno, una red sostén y cuidado. El segundo es trabajar en creencias limitantes que alimentan a la autoexigencia y te alejan de aceptar tu experiencia tal y como es. El tercero es poder bajar el ritmo y cuidarnos durante el proceso, creando espacio para aquello que nos llena y conectando con nuestras necesidades.

Estos pilares se ven inevitablemente influenciados por el contexto socioeconómico y político. No todas las madres pueden permitirse parar. No todas las madres cuentan con una red de apoyo y sostén sólida. El objetivo de mi libro Postparto en positivo es acercar información y herramientas para tener la mejor experiencia posible en cualquier contexto. Reconociendo que en muchas ocasiones hay circunstancias fuera de nuestro control. No podemos ignorar las bajas maternales insuficientes o la falta de espacios de apoyo y de una comunidad que cuide de las madres y los bebés. Pero sí podemos centrarnos en aquello que sí controlamos.

Al igual que los planes de parto, ¿la embarazada debería tener un plan de postparto?

Así como el plan de parto te permite pensar detenidamente y comunicar lo que quieres y no quieres en tu parto, el plan de postparto te ayuda a planificar todo lo que viene después. Es una manera de anticipar y planificar el apoyo que necesitarás para vivir tu postparto en positivo. Escribir un plan de postparto nos ayuda a abrir la comunicación con nuestro entorno y a reflexionar sobre los temas más recurrentes. Por ejemplo, el autocuidado, cuidado de la pareja si la hay, la lactancia, las visitas, nutrición, ejercicio o cómo delegar todo lo delegable para poder realmente bajar el ritmo.

El objetivo siempre es acercarnos a una experiencia lo más saludable, placentera y positiva posible. El plan de postparto es una parte esencial de mi libro Postparto en positivo porque facilita que las lectoras pasen a la práctica y su lectura no quede simplemente en información.

¿Qué debe saber una persona que acompañe un postparto?

Saber que madre y bebé se separan físicamente en el parto pero continúan unidos en el binomio madre-bebé. Durante el postparto más inmediato, la madre necesita reconocimiento, apoyo y mucha colaboración para poder delegar todo lo delegable. Es importante entender que cuidar en el postparto implica facilitar que la madre pueda descansar y estar junto al bebé. El nacimiento de un bebé impacta a todo el entorno, pero a ritmos e intensidades distintos. Es importante entender que maternar y paternar son habilidades aprendidas que requieren práctica, aciertos y errores.

Uno de los objetivos del libro Postparto en positivo es también el de recuperar la cultura de cuidado al postparto (a las madres, a la vida) que tradicionalmente ha formado parte de todas las culturas. Solo comprendiendo la profundidad de esta etapa y de sus necesidades podremos acompañar como sociedad. Y eso solo será posible poniendo el cuidado de la vida en el centro: el de las personas que cuidan, que maternan. Porque sin madres no hay vida.