Niña con collar de ámbar©AdobeStock

Bebés

La verdad sobre las propiedades curativas de los collares de ámbar

Los collares de ámbar se pusieron de moda hace tiempo pero se ha demostrado que carecen de eficacia, así como de evidencias científicas, que aseguren sus propiedades curativas. Es más, la FDA (la Administración de Alimentos y Medicamentos de los Estados Unidos) no solo no recomienda su uso, sino que advierte de sus peligros.

Quizás hayas visto a algún bebé con un collar de ámbar en el cuello o, te hayan recomendado comprarlo, para aliviar las molestias provocadas por la dentición en tu pequeño. Si estás pensando en adquirir uno o todavía no has escuchado hablar sobre ello, esto te interesa. Los collares de ámbar “están hechos de resina vegetal unidas entre sí formando un collar y aquellos que se dedican a la medicina alternativa justifican su eficacia diciendo que tienen propiedades antiinflamatorias y analgésicas, y que es muy útil en el dolor de los niños pequeños cuando están con en el periodo de dentición”, nos cuenta el doctor Ángel Lario, Jefe de Urgencias Pediátricas del Hospital HC Miraflores. “Como todo en las modas, su fama viene del boca a boca y de que algún famoso lo pueda llevar o utilizar”, nos comenta.

Aquellas marcas que aconsejan utilizar estos métodos para aliviar las molestias de la salida de los dientes del bebé, aseguran que estos collares tienen un poder terapéutico. Cuando estas bolitas, de las cuáles se dice que el material con el que están elaboradas proviene del Mar Báltico, entran en contacto con el calor del cuerpo del bebé (y las encías), estas liberan un aceite curativo (el ácido succínico), del que se dice tiene propiedades antiinflamatorias y analgésicas. Esta sustancia, supuestamente, llega a la sangre del niño haciendo un ‘efecto anestesia’ aliviando el dolor de la zona e incluso, en ocasiones, se ha afirmado que también estimula la tiroides y mejora el sistema inmunitario.

¿Cuál es la realidad? Para que las bolitas de estos collares segregaran dicha sustancia, estas deben estar expuestas a un mínimo de 200 grados, mientras que la temperatura normal de un bebé suele estar entre los 36 y 37 grados. Y, por otro lado, las capas protectoras de la piel harían su función defensora en cuyo caso, impedirían la absorción de esta sustancia.


Riesgo real de atragantamiento y asfixia

Lo cierto es que, tanto la FDA (la Administración de Alimentos y Medicamentos de los Estados Unidos), como profesionales en pediatría, no solo no recomiendan su uso, sino que, advierten de su peligro. “En primer lugar, porque no hay ningún estudio ni ninguna evidencia científica que avale dicha afirmación y, en segundo lugar, porque puede tener efectos muy negativos sobre el niño incluyendo la muerte. Se han descrito no pocos casos de atragantamiento por las bolitas que se pueden desprender del collar si se rompe y también muerte por asfixia cuando el collar está alrededor del cuello”, asegura el doctor Lario.

Tal y como nos cuenta el experto, el peligro real de estos collares se encuentra en el doble riesgo de atragantamiento y asfixia, y es que la FDA publicó un comunicado oficial respecto a la dudosa validez y peligro de estos collares a raíz de varios casos de estrangulamiento accidental y atragantamiento en bebés. En esta publicación no solo se refieren a los collares de ámbar, sino que también hacen referencia a collares elaborados con otros materiales como la silicona, el marfil, la madera… Por su parte, la AAP (American Academy of Pediatrics) también desaconseja el uso de collares y joyas en bebés debido al peligro al que son expuestos.

Bebé con mordedor©AdobeStock


Consejos seguros para aliviar el dolor de la dentición en bebés

La dentición en los bebés suele comenzar aproximadamente a los cuatro meses de edad y una de las señales más evidentes de su inicio es el constante babeo, así como que el bebé se toque frecuentemente la boca. Durante la época de la salida de un diente, las molestias pueden provocar en algunos casos febrícula (no más de 38 grados). El doctor Lario nos dice: “Solemos utilizar analgésicos tipo paracetamol o ibuprofeno a dosis pediátricas. Es lo más efectivo y lo que más alivia el dolor en la dentición de los niños”, asegura.

Pero también existen otras formas seguras de aliviar las molestias de la dentición en los bebés, como son:

  • Mordedores: juguetes de silicona, goma, semifirmes… por supuesto, homologados. Ofreciéndolos con medidas de higiene extremas son una buena forma de calmar el dolor de las encías.
  • El frío: para ayudar a mitigar el dolor y la hinchazón son recomendables mordedores que se puedan meter al congelador para después ofrecérselos al niño y que cuando se lo lleve a la boca el contacto del frío le alivie.
  • Masaje en las encías: también es recomendable que con los dedos bien limpios se haga un suave masaje en la zona inflamada.
  • Para evitar problemas de dermatitis en la piel o irritación cutánea por el constante babeo, se recomienda intentar mantener la barbilla del bebé seca y utilizar tanto ropa como baberos de algodón.