Topillos o ratones de la pradera
Científicos de la Universidad de Emory (EE. UU.) han realizado un estudio para conocer cómo funciona el cerebro de estos animales y, en concreto, para desentrañar el enigma de su monogamia, que en ratones es menos común. Para su sorpresa han descubierto que su cerebro premia las actitudes que realizan con una misma pareja, generando más enlaces sinápticos cuando se ven rodeados de su compañero, de forma que se premian neuronalmente las actitudes que conlleva buscar comida juntos, cuidarse mutuamente y permanecer unidos a la hora de descansar. Todo ello fomenta, además, su supervivencia, pues son animales que están a la cola de la cadena trófica, es decir, que son susceptibles de ser atacados en cualquier momento por todo tipo de depredadores, bien sean mamíferos, reptiles o aves.
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