Con el paso del tiempo y las circunstancias del día a día, es normal que nuestra memoria y capacidad de concentración se deteriore. Esto hace que tengamos problemas para rendir intelectualmente o para memorizar datos que después necesitaremos. Estos despistes o dificultad para poner el foco pueden agobiarnos. Sin embargo, en general, solo es el resultado del agotamiento mental o de empeñarnos en realizar muchas tareas a la vez.
Antes de pensar que tenemos un problema, podemos hacer un esfuerzo por 'parar' y recurrir a todo aquello que nos aporta la naturaleza, así como llevar a cabo actividades para mejorar nuestras capacidades cognitivas.
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Consejos para mejorar nuestra memoria y concentración
Todo lo que hagas para cuidarte y estimular tu cerebro redundará en un mayor rendimiento intelectual:
- Cuida la alimentación, haz ejercicio y duerme lo necesario: aunque es fundamental para todo en la vida si queremos estar sanos, ambos factores influyen en la calidad de la memoria y la concentración. Además, limita el uso de sustancias tóxicas como alcohol o tabaco, recuerdan desde Kneipp.
- Realiza hobbies o pasatiempos: mantener la mente ocupada con sudokus, crucigramas, sopas de letras, leyendo un libro o estudiando algún tema de interés activará las capacidades cognitivas.
- Sal a la calle, no te quedes en casa. Los estímulos son necesarios. Cada vez que sales a la calle, estás recibiendo información constante que tu cerebro tiene que asimilar.
- Visita a familiares y amigos. Además, mantener relaciones sociales como ver a familiares y amigos, tener conversaciones entretenidas e incluso esforzarse por aprender algo nuevo cada día, ayudará a ejercitar la memoria y la concentración.
- La concentración también se entrena: cuando la necesites, prueba a dar un paseo un rato antes, a hacer unas respiraciones profundas, una relajación muscular o incluso meditar. Además, es vital contar con un ambiente de estudio o trabajo apropiado y relajado en el que nada pueda distraernos.
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Haz un alto y medita
Un estudio de la Universidad de California indica que cada vez que nos distraemos, miramos las redes sociales o consultamos el email, nuestro cerebro necesita 23 minutos y 15 segundos en volver a concentrarse. Pero es que nuestro entorno no nos lo pone fácil: una alerta en el teléfono o el asalto de pensamientos sobre las tareas que tenemos pendientes o diferentes emociones sobre situaciones pasadas o futuras hacen que poner el foco en una actividad sea una tarea de titanes. ¿Qué hacer para que todas estas alertas y distracciones alteren nuestra concentración: meditar. Hacer pausas durante el día y meditar poniendo foco en la respiración nos ayudará hará que poco a poco se fortalezca nuestra atención.
Pero si todo esto no es suficiente, podemos recurrir, además, a las plantas medicinales, que también ayudan a mejorar la memoria y la concentración.
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