Los problemas más habituales
Como decíamos, una relación de pareja es un ámbito donde pueden surgir numerosos conflictos. La interacción entre las personas a veces se hace compleja pudiendo generar diversos malentendidos, producir estrés y tensión u oxidar la misma de forma permanente. Los problemas más habituales en una relación de pareja podemos agruparlos en estos bloques:
-Comunicación: los miembros de la pareja interactúan constantemente. Una de las formas mediante la cual la llevan a cabo es el diálogo; comunicarnos es una constante en las relaciones humanas y sobre todo en aquellas con un vínculo emocional más profundo. Uno de los problemas clave en este aspecto tiene que ver con cómo me comunico con mi pareja, y si le explico mis necesidades, mis opiniones, mis metas y a dónde quiero ir. Pero además de saber expresar con honestidad lo que siento y deseo, otro factor importante es escuchar con atención y humildad lo que mi pareja me explica de forma recíproca.
-Gestión de emociones: el ser humano es un individuo con un cerebro emocional, expuesto constantemente a alertas (emociones) que le dan información sobre él mismo, los demás y su entorno. En las relaciones de pareja es habitual y natural que las emociones aparezcan y ocupen un espacio importante en la interacción de los miembros. En este aspecto, numerosas emociones como los celos o la ira pueden surgir y, si no se gestionan con propiedad, producir conflictos. En relación con esto no sería dañina la emoción, sino lo que se hace con ella.
-Acercamiento desigual a la erótica: la intimidad que comparten los miembros de una relación es básica y nutre a la pareja. De este modo, entender y explicar lo que siento y siente mi pareja en este aspecto es clave a la hora de mejorar los encuentros e interacciones en la relación.
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