¿Qué es la cimicífuga y cómo puede ayudarme a aliviar los sofocos en la menopausia?

Es una planta que puede usarse sola o en combinación con otras para mejorar la calidad de vida de las mujeres durante el climaterio

Por Nuria Safont

Los sofocos son las manifestaciones más comunes de la menopausia. De hecho, constituyen uno de los motivos más frecuentes de consulta. Se trata de oleadas de calor que recorren el cuerpo subiendo hasta la cabeza y que producen, generalmente, un enrojecimiento de la piel. También puede acompañarse de una intensa sudoración, incluso, de palpitaciones y de sensación de angustia. Pese a que pueden aparecer en cualquier momento, los sofocos pueden desencadenarse por situaciones de estrés, por el consumo de alcohol o por la propia temperatura ambiental. Su intensidad, así como su frecuencia, varía de unas personas a otras.

Para algunas, los sofocos puede convertirse en un verdadero calvario que empeore su día a día, ya que pueden repercutir en la calidad del sueño, así como afectar a las relaciones. Hay diversas maneras de abordar los sofocos en la menopausia. La terapia hormonal sustitutiva es una de ellas, aunque no todas las mujeres pueden tomarla o es posible que no quieran. También se ha visto que algunos antidepresivos pueden mejorarlos. En casos leves, las plantas son otras aliadas. En este sentido, Mar Santamaría, farmacéutica de Promofarma, nos habla de la cimicífigua

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¿Qué indicaciones tiene esta planta?

La cimicífuga (por su nombre científico, Actaea racemosa) es una planta cuya raíz y rizoma tiene propiedades interesantes y de ayuda durante la perimenopausia y la menopausia. En forma de complemento alimenticio, puede dar soporte en caso de padecer sofocos, exceso de sudoración, trastornos del sueño e irritabilidad.

¿Cómo actúa para aliviar los sofocos?

Se conocen algunas sustancias que están presentes en la planta, como la acteína y el cimicifugósido. Inicialmente, se pensaba que tenían un efecto “estrogénico” en el organismo. Es decir, que eran fitoestrógenos capaces de modular, en cierto modo, los receptores de estrógenos en el cuerpo e “imitar” los efectos de los propios estrógenos (hormonas) que, durante la menopausia, disminuyen a nivel endógeno y causan los molestos síntomas.

Hoy en día, no está tan claro que este sea su mecanismo de acción. Se le atribuyen, más bien, efectos sobre los vasos sanguíneos, para minimizar la aparición de los sofocos y la sudoración excesiva (dos de los síntomas vasomotores más incómodos durante la menopausia). También tiene un cierto efecto sobre la actividad del neurotransmisor serotonina, uno de los más conocidos en la regulación del estado de ánimo.

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¿Cómo se debe tomar?

Deberemos fijarnos siempre en el modo de empleo de cada complemento alimenticio, según el tipo de extracto que contenga, y seguir las recomendaciones del etiquetado. Es muy recomendable consultar previamente con un profesional de la salud para asegurarnos de que es un buen suplemento para nuestro caso particular.

Por ejemplo, se podría combinar con otras plantas. De hecho, existen suplementos que combinan el extracto de cimicífuga con los de otras plantas, como la salvia (también empleada para los sofocos y la sudoración), u otras plantas relajantes para ayudar a un mejor descanso y estado de ánimo.

¿Cuál es su riesgo hepático?

Como todas las plantas, aunque estén procesadas en forma de complemento alimenticio, hay situaciones en las que no son aconsejables. En este caso, no se indicaría en niñas y adolescentes menores de 18 años (ya que se puede emplear también para la dismenorrea), aunque dependerá siempre de la dosis y del consejo profesional. Tampoco se recomienda durante el embarazo y la lactancia.

Si una mujer está tomando medicamentos con estrógenos para la menopausia o tiene antecedentes de tumores dependientes de hormonas, hay que ser más precavido y tomar este tipo de suplemento únicamente bajo supervisión profesional (como decíamos, no estamos del todo seguros de su efecto como fitoestrógeno).

Existen otras alternativas más apropiadas. En mujeres en tratamiento con antihipertensivos (para la tensión alta) u otras situaciones concretas (antes de una intervención quirúrgica o si existen problemas hepáticos), también habrá que valorar su idoneidad.

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