Por qué debes prestar especial atención a tu salud cardiovascular si eres mujer

Las patologías cardiacas son la principal causa de muerte en la población femenina y es muy importante tener presentes los factores de riesgo

Por hola.com

En ocasiones, cuando pensamos en las patologías que más afectan a la salud de la mujer, tal vez lo primero en lo que pensamos es en el cáncer, especialmente el de mama. Pues bien, hay que tener muy en cuenta que las patologías cardiacas son la principal causa de muerte en la población femenina. Tanto es así que se cobran la vida de una mujer cada 6 minutos en Europa y cada 60 segundos en EE.UU. Los datos no dejan lugar a la duda: en 2020 fueron responsables del 26,2% de los fallecimientos en todo el mundo, frente al 18,6% del cáncer. Lo cierto es que pese a la contundencia de los datos, existe un gran desconocimiento sobre su alta incidencia en mujeres. En España, ese mismo año perdieron la vida más mujeres que hombres por enfermedades cardiovasculares (264,7 muertes por cada 100.000 habitantes frente a 241,1).

La concienciación es fundamental, por lo que siempre son bienvenidas iniciativas como el movimiento Corazón de Mujer, liderado por la Dra. Leticia Fernández-Friera, socia fundadora y directora de la Unidad de Cardio-Mujer en ATRIA Clinic, y que está inspirado en el exitoso Go Red For Women, creado por la Asociación Americana del Corazón en 2004 y que ha conseguido, junto a otras pequeñas campañas de menor envergadura, una reducción de la mortalidad cardiovascular en Estados Unidos superior al 30%. Su principal objetivo es conseguir que la población conozca los riesgos asociados a la enfermedad cardiovascular así como crear hábitos de vida saludables para intentar reducir la mortalidad asociada a las patologías cardiacas en mujeres.

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Educar para conocer los factores de riesgo

Es importante tomar conciencia de que las diferencias basadas en el sexo en la enfermedad cardiovascular han sido tradicionalmente poco apreciadas y comprendidas, y las mujeres están poco representadas en la investigación, los ensayos clínicos y las publicaciones. Además, en estas patologías, todavía no se reconoce a la mujer en su particularidad ni se trata lo suficiente, y se enfrentan a disparidades en el diagnóstico y tratamiento. “El riesgo en las mujeres a menudo se subestima debido a la percepción errónea de que están protegidas contra las enfermedades cardíacas. Este poco reconocimiento, junto a las diferencias en la presentación clínica femenina, conduce a estrategias de tratamiento menos agresivas y una menor representación de mujeres en los ensayos clínicos”, explica la Dra. Fernández-Friera.

“El escenario ideal para todas, en términos de prevención cardiovascular, sería aquel en el que se incorpora la educación en hábitos de vida cardiosaludables desde el colegio, antes de los 18 años, en el que los médicos de atención primaria se implican más y mejor en el reconocimiento de los factores de riesgo femeninos y en el que la mujer es capaz de identificar sus propios síntomas asociados a esta enfermedad. También aquel en el que contamos con Unidades Específicas de Mujer, en clínicas especializadas, capaces de identificar, diagnosticar, tratar y prevenir las enfermedades cardiovasculares que afectan al sexo femenino, al tiempo que contribuyen a la investigación y desarrollan nuevas herramientas y tratamientos para mejorar el diagnóstico”, comenta por su parte la la Dra. Malissa Wood, profesora de la Facultad de Medicina de Harvard, cardióloga clínica del Cardiac Ultrasound Laboratory en el Massachusetts General Hospital de Boston y codirectora del Programa Corrigan Women’s Heart Health en el Massachusetts General Hospital Heart Center.

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Prevenir ese exceso de mortalidad

No podemos perder de vista que existen varias razones por las que la enfermedad cardiovascular es importante en la mujer: como decíamos es la primera causa de mortalidad y la tendencia está aumentando, al igual que sus factores de riesgo por el cambio en su estilo de vida y su baja percepción de los mismos. ¿Y cuáles son esos factores de riesgo? Debemos tener en cuenta los clásicos, como son el tabaquismo, la obesidad, el sedentarismo o la hipertensión. Pero hay más. “Las mujeres suman también otros como la hipertensión en el embarazo, la diabetes gestacional o la menopausia precoz”, cuenta la Dra. Fernández-Friera. Tampoco están bien representadas en las escalas de riesgo internacionales y, por lo tanto, se dificulta su diagnóstico y tratamiento. “Además, se conocen poco sus síntomas referenciales además del típico dolor en el brazo y el pecho como son dolor en la mandíbula, decaimiento, molestias en la espalda, dificultad para respirar y, por si fuera poco, acude más tarde al especialista, lo que se asocia a una mortalidad mayor respecto a los hombres (mueren un 20% más tras un infarto) y no recibe el mismo tratamiento (las tasas de adherencia a los programas de rehabilitación cardiaca son un 30% inferiores)”, añade la especialista.

“Las mujeres deberían de priorizar su salud y conocer los factores de riesgo asociados a las enfermedades cardiovasculares y, así, se podrían llegar a prevenir hasta un 80% de estas patologías”, concluyen ambas.