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Ser 2.0 o no ser: el reto digital que debe afrontar tu negocio

El confinamiento ha puesto de relevancia la importancia de tener un escaparate digital y un canal alternativo de venta

Por Gtresonline

Todos estamos atravesando una complicada etapacomo consecuencia de la pandemia del coronavirus. Una etapa a la que jamás hubiéramos pensado tener que hacer frente, que aún suena a película de ficción y que ha cambiado por completo nuestros esquemas y nuestro estilo de vida. Las conexiones sociales han sido todo lo cercanas que permitía la situación gracias a la tecnología, la compra online se ha disparado y el delivery se ha convertido en la experiencia gastronómica del momento.

Y todos estos ejemplos tienen un denominador común, el entorno digital y las nuevas tecnologías. Sin él no hubiéramos podido compartir unos vinos virtuales con nuestros amigos ni los hosteleros hubieran podido poner en marcha los servicios de comida a domicilio, porque nadie se hubiera enterado. Y es que los negocios han tenido que enfrentarse a un doble desafío: el de cerrar sus persianas y el de tirar de creatividad para seguir facturando.

Pero, ¿qué ha pasado con todos esos proyectos que no tenían vida digital? Que han desaparecido. Así nos lo asegura Vanessa Lasaga de Estudio La Tribu, una agencia creativa de San Sebastián especializada en comunicación, eventos y servicios digitales, quien ha analizado con nosotros el impacto que el confinamiento ha tenido en el tejido empresarial y, muy especialmente, en el pequeño comercio. "Hay establecimientos que no han podido vender nada durante meses por no tener tienda online. Tiendas que habían recibido, por ejemplo, la colección completa la nueva temporada y que tuvieron que dejar empaquetada en cajas tras verse obligados a cerrar. Recibían llamadas de clientes dispuestos a comprar pero no tenían cómo hacerlo", detalla Vanessa.

En algunos casos han podido mantener la comunicación con sus fieles a través de las redes sociales, "generando diálogo, despertando interés o promocionando productos, pero con las manos atadas porque no podían finalizar las ventas ni generar ingresos", comenta. La experta en comunicación distingue entre aquellos comerciantes que tenían interés en el e-commerce pero que no lo llegaron a desarrollar a tiempo y los que directamente consideraban que no era necesario para su negocio.

Para ilustrar este último caso, nos planta un claro ejemplo: "Una tienda de pinturas, de bricolaje, de menaje… una tienda local que a priori considera que su público no compra por Internet, ha perdido la oportunidad de competir durante la cuarentena por no poder vender, cuando la gente estaba aprovechando para arreglar y redecorar su casa". Y si hay casos de parálisis por no tener tienda online, más aun los que han dejado de lado las redes sociales. "Directamente, han desaparecido durante este tiempo", aseveran desde el Estudio La Tribu, "se han quedado mudos en un momento en que el diálogo pasaba a ser cien por cien digital".

¿El futuro?

Se es 2.0 o no se es. Y esta pandemia lo ha demostrado. Mientras se empieza a ver la luz del desconfinamiento ya planea la posibilidad de un nuevo rebrote en meses. La sociedad debe asimilar lo ocurrido, recolocar sus valores, miedos e inseguridades, aunque es posible que haya cambios irreversibles, porque han calado muy profundo. Entendemos que uno de ellos es el digital, por lo que hemos pedido al Estudio La Tribu que nos esgrima algunas claves para lanzar un negocio 2.0:

  • Las redes sociales son tu escaparate 24 horas por lo que debes cuidarlo y mantenerlo como cuidas tu espacio físico
  • Recibe a los lectores como a cada cliente que toca tu puerta interesado en lo que ofreces y entabla conversaciones
  • Refleja una imagen digital que sea coherente con tu imagen real, que hable de tu identidad y tus valores
  • Desarrolla una tienda online intuitiva, con procesos sencillos de compra, imágenes y toda la información que un cliente pudiera demandar antes de finalizar una venta
  • Ofrece un canal directo de comunicación donde puedan encontrarte y escuchar tu voz, con el fin de generar confianza