Estos alimentos no pertenecen a la dieta mediterránea, aunque creas lo contrario

Hace años que los expertos vienen informando de que el tipo de alimentación actual dista mucho de aquella que se denominó en su momento “dieta mediterránea” y que ocupa el puesto más alto en el listado de dietas saludables.

Por Cristina Soria

La dieta mediterránea, entre otras virtudes, se considera la más favorable para prevenir la diabetes tipo 2, además de prevenir la obesidad y evitar enfermedades de tipo cardiovascular. Sin embargo es muy habitual pensar que todo lo que comemos pertenece a la dieta mediterránea por el mero hecho de estar en España.

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Los alimentos que enumeramos a continuación no pertenecen a la dieta mediterránea, pero eso no significa que tengas que prescindir de ellos, aunque sí sería conveniente que vigilaras con qué frecuencia los tomas.

Embutidos y carnes rojas

Pocas cosas nos parecen tan mediterráneas como unas rodajitas de salchichón o un entrecot de ternera hecho vuelta y vuelta en la sartén. Pero lo cierto es que tanto la carne roja como los embutidos son ricos en oxihemoglobina, que es un oxidante muy potente. Además, cuentan con aditivos nada saludables, como los sulfitos, los nitratos y los nitritos, por no hablar de las grasas saturadas que contienen.

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La cerveza y el vino

Por mucho que te guste tomar una cañita de vez en cuando, la cerveza no tiene nada que ver con la dieta mediterránea. Es cierto que contiene vitamina B9 y fibra, pero se recomienda consumirla con moderación, entre otras cosas porque es antisaciante por ser gaseosa.

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En cuanto al vino, el conflicto que se plantea es aún mayor que con la cerveza, ya que hay numerosos estudios que afirman que una copa al día puede ser buena para la salud. Pero lo cierto es que no podemos considerarla saludable porque no deja de ser una bebida que contiene alcohol, a pesar de ser rica en polifenoles como el revetarol. 

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Los derivados de harinas blancas 

La pasta hecha con trigo procedente de harina blanca o el pan blanco no son sanos por el hecho de tratarse, básicamente, de cadenas de azúcar que consumimos en forma de almidón. Por este motivo no podemos incluirlos en la lista de alimentos que sí pertenecen a la dieta mediterránea.

El chocolate negro

Junto con la cerveza o el vino, el chocolate negro es uno de esos productos que no queremos pensar que queda fuera de unos parámetros saludables de alimentación. Pero aquí lo tenemos, incluyendo el chocolate negro que contiene azúcares añadidos. La razón está en que es rico en grasas saturadas, aunque tiene a su favor poseer un alto porcentaje de ácido oleico. Aún así, no forma parte de la dieta mediterránea.

Zumos, batidos detox y cremas procesadas

Elimina también de tu lista los zumos de frutas, aunque sean naturales, por ser zumos de azúcares libres; los batidos verdes tampoco se consideran saludables a pesar de estar de moda; ni las cremas de verduras procesadas, por contener azúcares añadidos y una cantidad excesiva de sal, además de haber perdido  casi todas las vitaminas posibles durante su elaboración.

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