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Te enfrentas a tu primera navidad vegana y lo normal es que estés en el punto de mira de muchos familiares y amigos cuando llegue el momento de las grandes cenas y comidas. Y es que en Navidad la comida es uno de los principales motivos que nos lleva a reunirnos y a celebrar estas fechas, por lo tanto se hace más visible lo que comes y lo que dejas de comer.
Además, a pesar de que cada vez hay más personas que siguen algún tipo de dieta vegetariana o vegana, parece que esta decisión se sigue recibiendo con sorpresa en determinados entornos. Pero con determinación, alegría y un par de consejos, podrás disfrutar de estas fiestas y de la comida sin que nadie pretenda que te comas una pierna de cordero al horno.
Quítate de encima los complejos
No tengas ningún problema en explicar, tanto a parientes como amigos, que eres vegana (o vegetariana) y que eso implica que tu alimentación es 100% vegetal. Y que no, que la Navidad no es ninguna excepción y que, además, es posible disfrutar al máximo de estas fiestas sin comer carne ni pescado.
Eso sí, aunque puedas contestar a todas las preguntas que te hagan y surja un debate interesante, tampoco es el momento de intentar convencer a nadie de que debería dejar de comer carne. Claramente es una ocasión para pasarlo bien en la compañía de los demás, utilizando la comida como un nexo de unión y disfrute, aunque comamos cosas diferentes.
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Puede que seas la única vegana, pero no la única con restricciones
En los tiempos que corren, seguro que entre los invitados encuentras a un intolerante a la lactosa o al gluten, a alguien con problemas con la glucosa o a más de uno que tienen que mantener el colesterol a raya, muy a su pesar. Tu empatía hacia ellos hará que ganes aliados, además de apagar el foco que se había encendido sobre ti al comunicar tu veganismo.
Avisa siempre a los anfitriones
Podemos facilitar mucho las cosas si no esperamos al momento de la celebración para comunicar que no comemos animales. Si no lo haces puedes estar poniendo en un compromiso a los anfitriones, que posiblemente habrían pensado en opciones alternativas para que te sintieras lo más a gusto posible y pudieras comer bien, al igual que el resto de invitados. Es más, el momento adecuado para informar a tus anfitriones es aquel en el que te invitan o, a más tardar, cuando confirmas tu asistencia.
Ofrece alternativas al menú
Pregunta con tranquilidad por el menú, porque es posible que algunos de los platos tengan sencillas alternativas que se os puedan ocurrir. Seguro que logras transmitirles que la solución es más fácil de lo que imaginan.
Además, puedes aprovechar tu condición de vegana para obsequiar a los anfitriones, en lugar de con un vino o unos turrones, con un delicioso plato preparado por ti para compartir. O puedes llevar tu propio plato principal (en este caso siempre avisando antes) e intentar adaptarlo al del resto de comensales: es posible que puedas llevar algo de seitán y añadirle la misma guarnición que el resto.
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