Hay momentos del año que invitan a la reflexión y el cambio, que imprimen dosis extra de fuerzas para asumir nuevos retos que pueden llevar tiempo rondando la cabeza. Uno de esos momentos es septiembre; la 'vuelta al cole', el descanso vacacional o los excesos del verano son algunas de las motivaciones que se encuentran para convertir este mes en un punto de inflexión para nuestras vidas, hábitos y objetivos. Decidir cambiar de trabajo, comenzar a practicar algún deporte, matricularse en un curso, comer mejor… ¿Quién no ha planteado septiembre como punto de partida alguna vez en su vida?
El último estudio del Sociedad Española para el Estudio de la Obesidad sobre las dietas y su tasa de abandono asegura que más del 80% de las personas que inician un plan de adelgazamiento fracasan. Por otro lado, entre el 50 y el 60 % de los nuevos clientes de un gimnasio dejan de ir a los 3 meses. Son solo algunos datos que demuestran que, en muchos casos, la fuerza de voluntad cae en picado rápidamente, dejando esos retos saludables y enriquecedores de nuevo en el cajón de las cosas pendientes.
Una ayuda para tus retos: 'wellness coaching'
En este sentido, desde hace unos años existe una figura que te puede ayudar a marcar, asumir y alcanzar con éxito las metas apropiadas para dar un giro saludable a tu estilo de vida. Se trata del wellness coach, una persona que actúa como guía y que permanecerá a tu lado durante el proceso. No es un nutricionista, ni un entrenador personal, ni un apoyo emocional, al menos no solo, sino más bien un conjunto de todo eso. El wellness coaching incide en tres de las parcelas que más condicionan nuestro bienestar: la alimentación, la actividad física y la salud emocional. Y sobre las tres trabaja el experto de esta disciplina, en una suerte de equilibrio para reajustar los códigos que marcan el estilo de vida de una persona.
Cuerpo, mente y emoción
Se trata de diseñar un programa a medida del cliente, que estudie y aporte, en primer término, consejos nutricionales para mejorar la alimentación, con el fin de acercarse a hábitos positivos. Además, un plan personal de entrenamiento, en el que el coach también puede desempeñar el papel de entrenador. Y por último, una asesoría donde tratar dificultades, problemas como la ansiedad o el estrés y capacidades como la educación emocional. Cuerpo, mente y emoción, los tres pilares de lo que somos, se trabajan de forma conjunta en este método, que un estudio de la Universidad de Kansas ya aseguró en 2016 que estaba registrando más éxito que los programas de clínicas de adelgazamiento en EEUU.
No te la juegues
Conocidos también como health coach, es importante que, antes de contratar los servicios de un experto en esta materia, te asegures de que es un profesional formado. Incluso, que puedas tener una primera toma de contacto sin coste que te permita ver qué conexión hay entre los dos, pues es interesante que todo sea favorable para poder establecer el vínculo positivo entre vosotros. No olvides que se va a convertir en el conductor de tu cambio hacia un mayor bienestar y el éxito se basa, además de en fuerza de voluntad y responsabilidad, en la confianza que deposites en tu guía.
