Con el resurgir de los papeles pintados, la actualización constante de los tonos por los fabricantes de pintura y la elección del color del año de Pantone se nos olvida el potencial decorativo y práctico de una pared blanca. Por eso, hoy rompemos una lanza a su favor, para que te replantees su papel en la decoración de la casa actual y le des una segunda o tercera oportunidad (es el color más vendido en España). Estas 10 ideas de decoración tienen argumentos de sobra para brocha en mano aplicar una mano de pintura (blanca, ‘of course’) a tus estancias. Lo tenemos claro, nos sobran los motivos para adorarlas.
1. Combina con todo y se adapta a todo
Las tendencias de decoración del momento pueden empapelar o resaltar los beneficios de los colores, pero ninguna de estas reglas nos hará olvidarnos del potencial del blanco. Aunque se le tacha de frío, ‘sucio’ e, incluso, impersonal, es su presencia en la pared la que permite realizar tantas locuras en cuanto a decoración de paredes o mobiliario como desees. Pocas veces dejamos de comprar un mueble especial porque no combinará bien con una pared blanca, ni rechazamos un buen estampado porque saturará nuestro salón con sus motivos. Además, da alas al arte para que en ellas se sienta cómodo y en el lugar idóneo de la casa, como ocurre en este ambiente de Culto, donde el universo ‘white’ se extiende al techo, los sofás y la alfombra.
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