Tiene la forma perfecta para encajar en muchos espacios de la casa, por su horizontalidad, sus dimensiones y su forma, y tiene un sinfín de estilos, materiales y acabados entre los que elegir. Una vez hayas dado con el aparador perfecto, llega el momento de decorarlo: estas son las claves que debes tener en cuenta para lograr el mejor resultado.
¿Dónde colocar un aparador?
Su versatilidad y la gran variedad que existe en cuestión de tamaños y medidas hacen del aparador una solución de almacenaje perfecta para el salón o el comedor. Y no solamente en estos espacios, sino que también resulta muy útil en el recibidor, en el dormitorio o en la zona de trabajo. Solo hay que encontrar el modelo que se ajuste al hueco que tienes. Incluso se puede colocar delante de un ventanal, como en la imagen. Al tratarse de un mueble bajo no interrumpe el paso de la luz.
Un consejo: elegir el material, el diseño y el color que se adapte a las características de la habitación y al estilo decorativo dominante. Si se trata de un espacio reducido puedes elegir modelos con patas que transmiten sensación de ligereza. Esto también ocurre con los que llevan puertas de cristal. En estos últimos, el orden del interior debe ser prioritario.
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