Con aires de refugio
Es importante que tu jardín secreto disponga de un lugar diferenciado donde puedas sentarte o tumbarte. Otra característica es que tiene que cumplir la función que el usuario espera de él: si es un lugar de lectura tiene que poderse leer cómodamente en el espacio. “En este caso, por ejemplo, miraríamos la orientación del sol para no deslumbrar y añadiríamos un punto de agua de forma que el sonido acompañe en la lectura”, comenta Francisco.
Si es un lugar simplemente para dar un pequeño paseo alejado del ruido de la casa, convendrá aislarlo del resto del jardín y las sensaciones de paseo tienen que ser agradables, ya sea visual, olfativa o incluso de forma táctil, jugando con plantas aromáticas o simplemente poniendo las plantas a la altura de la mano para que las puedas tocar mientras paseas.
En este sendero las mesitas con luz integrada Empty, de Vibia, ofrecen una calidez ambiental destacada.
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