Un césped pobre y escaso
Si te parece que tu césped no es todo lo tupido que te gustaría, lo primero que debes hacer es averiguar dónde puede estar el problema. Son varias las razones por las que tu pradera puede estar poco densa. Quizá le falten nutrientes, luz solar o el suelo no sea el adecuado.
-Para combatir el primer problema tendrás que fertilizar regularmente el césped: dos aportes de abono granulado al año deberían ser suficientes.
-Por otro lado, la luz y los rayos del sol, al menos cuatro horas al día, son esenciales para que la hierba se desarrolle correctamente. De lo contrario, cultivar una pradera puede ser muy complicado, incluso eligiendo especies de césped especiales para zonas con poca luz.
-En cuanto al tercer problema, el suelo puede ser demasiado arenoso y suelto o muy compacto. Para solucionarlo puedes extender sobre el terreno una capa superficial de tierra de buena calidad.
Un consejo: para resembrar un césped muy fino puedes esparcir semillas, como medida preventiva para que no se deteriore. Solo tienes que cortar el césped retirando la hierba segada, rastrillar y esparcir las semillas regando después y manteniendo el suelo húmedo hasta que broten.
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