Conscientes de que la exclusividad, a veces, no se mide en estrellas, estos cuatro hoteles hacen del diseño y la diferencia sus mejores bazas. Estilos diferentes, pero enormemente especiales, este puente del Pilar puede ser un buen momento para conocerlos y aprovechar los últimos días (casi) veraniegos del año.

1. La casa del desierto (Granada)

El 'glamping' (‘glamour’ + camping) está de moda, Cara Delevigne, por ejemplo, lo practica desde hace años, alojándose en Camp Kerala (un verdadero referente) en alguna que otra ocasión. Por eso, este alojamiento en Gorafe (Granada) hace la experiencia todavía más placentera, ya que combina la experiencia de acampar al aire libre con el lujo y la sofisticación de los interiores más vanguardistas y llamativos.

La casa del desierto (lacasadeldesierto.es) te brinda la oportunidad de disfrutar de una estancia cómoda y placentera, mientras contemplas (que no sientes) como fuera las temperaturas alcanzan los 45ºC en verano y los -10ºC, en invierno. Y este milagro se encuentra en su construcción sostenible, ya que se trata de una estructura de madera completamente acristalada. ¡Esa es la magia! El vidrio y su capacidad para aislar térmica y acústicamente, aumentar el nivel de seguridad, ahorrar energía… Y todo ello disfrutando de la luz  y de un paisaje único. Se trata de un proyecto de Guardian Glass (deventanasadentro.es), diseñado y ejecutado por el estudio OFIS Arquitectura, que demuestra el poder del vidrio para crear interiores cómodos, confortables y energéticamente eficientes. Como decíamos: mágico.

Desafiando a la naturaleza, La casa del desierto se alza en uno de los parajes más extremos y extraordinarios de Europa: Gorafe (Granada). Un paraíso natural con cañones, barrancos, cuevas y uno de los cielos más espectaculares. Con paredes de cristal SunGuard SNX 60 de Guardian Glass, que filtran los rayos UV, puedes alojarte en esta coqueta y luminosa construcción de 20 metros cuadrados, que cuenta con dormitorio, baño y salón con cocina, reservando en lacasadeldesierto.es. Sin duda, una nueva experiencia ‘glamping’.

2. The Bunkers (Bélgica)

La arquitectura y el diseño están íntimamente ligados a la historia. En este ‘bed & breakfast’ de Knokke-Heis (Bélgica) esta regla no se rompe, ya que en su día sirvió de fuerte para los soldados de la II Guerra Mundial y hoy es un ‘refugio’ de ladrillo y cristal, con aire de granero, para todos aquellos viajeros que quieren desconectar y disfrutar de la naturaleza.

Rehabilitado por el estudio de arquitectura Govaert & Vanhoutte se han construido cinco habitaciones, cómodas y de estilo moderno, donde prima la funcionalidad y el confort. En The Bunkers (thebunkers.be), el tiempo se detiene para que “sueñes, comas, te relajes, hagas ejercicio…”. En definitiva, te dejes llevar. 

Aunque en un entorno rural, el interior de The Bunkers resulta típicamente urbano, ya que la decoración no apuesta por el estilo rustico sino por el minimalismo más funcional y confortable. Cómodos sofás, alfombras en los suelos, colores neutros... Van configurando estancias a la medida de tus sueños. 

3. Can Lluc Boutique Country Hotel & Villas (Ibiza)

Si necesitas descansar y desconectar, aunque con la tranquilidad de saber que si quieres vida nocturna puedes tenerla, este hotel es tu escapada perfecta. Un establecimiento que permite descubrir otra imagen de la isla Pitiusa, que nada tiene que ver con las fiestas y el desenfreno. “Vivir la Ibiza de verdad, la que todos queremos y la que sí existe, la que tiene espacios de tranquilidad, silencio, naturaleza y paz, en un entorno mediterráneo muy difícil de encontrar en otros lugares del mundo”, señalan Tina Soriano y Lucas Prats, propietarios de Can Lluc. 

En un ambiente natural, Can Lluc (canlluc.com) es una alternativa de agroturismo de lujo. Situado a pocos kilómetros de la ciudad de Ibiza, por si quieres hacer una escapada a sus clubes, es el lugar perfecto para una siesta bajo los algarrobos, cenas al aire libre, disfrutar de una puesta de sol mágica, realizar largos paseos… Y todo ello en un ambiente auténtico, con muros de piedra, suelos de barro y una decoración con un estilo rústico actualizado, lleno de encanto.

La decoración de Can Lluc respira campo, pero está teñida de pinceladas modernas, que crean un ambiente cálido, que coge lo mejor del estilo rústico y lo actualiza, sin perder su esencia ni su calidez. El hierro, el barro y la piedra se alían en sus espacios, creando un interiorismo tranquilo y confortable donde sentirse como en casa. Siempre que tu casa pueda albergar una preciosa cama con dosel como la de la imagen.

4. Hotel Llevant (Girona)

La Costa Brava siempre es un destino apetecible. Y el Hotel Llevant (hotel-llevant.com), en Llafranc, puede ser el lugar perfecto para alojarse en alguna de sus cuatro recién estrenadas habitaciones. Diseñadas por Pau Llimona, coautor de los proyectos del Equipo RCR Arquitectes, reconocido con el Premio Pritzker 2017 (el Oscar de la arquitectura), son un soplo de buen diseño y de modernidad. “Mimetizar el espacio y el paisaje. Así, un gran ventanal nos transporta al medio del mar, el techo irradia sus reflejos y las cabinas de agua conducen la salinidad del Mediterráneo al interior”, explica el reconocido diseñador.

Bautizadas con el nombre de los vientos de la zona (Xaloc, Migjorn, Garbi y Mestral), cada nueva habitación de este hotel tiene una identidad exclusiva, aunque todas disponen de una cama circular de marcado estilo minimalista, cabinas de baño y lavabo adyacentes y una piscina exterior de agua salina climatizada. “Son estancias pensadas para disfrutar desde cada rincón y permiten al viajero vivir una experiencia intensa y, a la vez, de plena desconexión en el corazón de la Costa Brava”, comenta la directora del Llevant.

Además, en este proceso de reinvención, el histórico hotel (inaugurado en 1935) ha puesto en marcha La Blanca, un nuevo espacio gastronómico, bajo la batuta del chef vasco Eneko Agote, cuyo interiorismo sigue las mismas reglas estéticas que las recién estrenadas habitaciones. Pero los nuevos aires para El Llevant no terminan aquí, ya que esta ha sido la primera etapa de un proyecto de tres fases, que finalizará dentro de tres años. Mientras tanto, sigamos disfrutando de Llafranc, sentados a pie de playa en la terraza de este establecimiento familiar.