Muchos personajes famosos han pasado largas temporadas viviendo en las lujosas habitaciones de los hoteles más conocidos del mundo. Por ejemplo, la reconocida diseñadora francesa Coco Chanel ocupó una de las suites del hotel Ritz de París durante gran parte de su carrera. Menos lujosas y más escabrosas son las anécdotas protagonizadas por diversos personajes (Janis Joplin o Sid Vicious) en las habitaciones del icónico hotel Chelsea, también ubicado en la Gran Manzana.
El Hotel Plaza, pegado al extremo sur de Central Park y al aristocrático barrio de Upper East Side, está más cerca del hotel Ritz de Chanel que del Chelsea de Joplin y, por ello, vivir allí es un sueño al alcance de muy pocos. El establecimiento, inaugurado en 1907, acoge las habitaciones y suites más caras del mundo y, además, alberga apartamentos que alcanzan precios desorbitados.
Suite Astor: lujosa decoración por 125.000 dólares al mes
Podemos hacernos a la idea de lo que cuesta uno de éstos a raíz de la puesta en venta el año pasado de uno de ellos, la Suite Astor, por 39 millones de dólares (algo más de 36 millones de euros). Propiedad del magnate Jürgen Friedrich, éste intentó venderla en 2008 por 55 millones de dólares (casi 51 millones de euros), pero la operación no siguió adelante.
La Suite es conocida por los inquilinos que la han habitado en algún momento. Tal es el caso del malogrado presidente de EEUU, John F. Kennedy, o los duques de Windsor. En el momento de su venta, el alquiler mensual de este apartamento lujosamente decorado alcanzaba los 125.000 dólares al mes (116.000 euros). Los altos precios incluyen asimismo un servicio impecable, como un mayordomo disponible las 24 horas del día.
La amplitud de este tipo de alojamientos del Hotel Plaza, que no bajan de los 200 metros cuadrados, se ocupa con una suntuosa decoración caracterizada por un estilo residencial de lujo y contemporáneo que no olvida los toques y patrimonio más tradicionales. Muchas de sus habitaciones, como la archiconocida The Royal Plaza Suite, puede considerarse en sí misma una obra de arte.
Por si fuera poco, el hotel, que se hizo conocido masivamente gracias a la película “Solo en casa 2”, fue reconocido en 1988 como Lugar de Interés Histórico Nacional, un honor que sólo comparte con otro hotel de Nueva York, el Waldorf Astoria. En definitiva, un lugar único y privilegiado para vivir la experiencia de la ciudad que nunca duerme.
