La carne pavo admite todo tipo de preparaciones culinarias. Para incorporarla en guisos, lo mejor es optar por cortes más tiernos y jugosos como los muslos o la pechuga, que admiten de mejor manera una cocción más prolongada. Lo que haremos primero es sellar la carne, luego rehogaremos las verduras y terminaremos cocinando todo, con unos garbanzos en conserva ya cocidos y un caldo de ave. Hay que vigilar el tiempo pues el pavo necesita menos cocción que otras carnes.
- 400 g de Pechuga de pavo troceada
- 300 g de Garbanzos en conserva
- 1 unidad de Cebolla morada
- 2 ud de Tomates maduros
- 1 litro de Caldo de ave
- 2 dientes de Ajo
- 0.5 vaso de Cerveza
- Aceite de oliva
- Sal
- Pimienta negra
- Perejil fresco
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1.
Lava los tomates y pícalos en trozos.
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2.
Pela los ajos y la cebolla y pica el primero y corta la segunda en juliana.
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3.
Salpimenta los trozos de pavo y séllalos en una olla con aceite puesta al fuego. Saca y reserva.
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4.
Echa un poco más de aceite si hiciera falta y rehoga la cebolla y el ajo.
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5.
Incorpora el tomate y cocina durante unos 5 minutos a fuego medio.
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6.
Salpimenta, añade la cerveza y deja reducir.
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7.
Añade los garbanzos y cocinar durante unos minutos.
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8.
Echa los trozos de pavo y el caldo de ave y deja que se cocine a fuego medio durante unos 30 minutos.
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9.
Retira del fuego, deja reposar unos minutos y ya tienes el guiso listo para servir en el momento, o recuerda que este tipo de platos están mejor de un día para otro.
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10.
Decora con perejil fresco antes de servir.
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