Uno de los desayunos por excelencia son los huevos, preparados de muchas maneras distintas, pero sobre todo revueltos. La clave es dejarlos cremositos. Así los vamos a hacer en esta receta, a la que también le ponemos cebollino picado y los servimos dentro de su propia cáscara.
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1.
Casca los huevos con cuidado en un bol.
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2.
Echa un poco de aceite en una sartén y espera a que se caliente con el fuego no muy alto.
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3.
Incorpora los huevos, salpimenta, remueve con una cuchara de madera o una espátula de silicona y deja que se cuajen ligeramente, para esperar unos segundos y seguir removiendo desde fuera hacia dentro.
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4.
En 2 ó 3 minutos los tendrás listos y recuerda que la textura óptima es dejarlos cremosos.
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5.
Añade cebollino picado y rellena unas cáscaras con el revuelto -lávalas con cuidado previamente-.
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6.
Puedes aprovechar una huevera para presentarlos y llevarlos a la mesa.
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