El hecho de ponerle pipas en lugar de piñones a la clásica salsa pesto de este plato hace que tenga un toque diferente. El resto de ingredientes son macarrones, brócoli hervido y unos tomates cherry ligeramente salteados. Un plato lleno de sabor y de salud.
Para la pasta
- 400 g de Macarrones
- 300 g de Brócoli
- 12 ud de Tomates cherry
- 25 g de Pipas de girasol
- Aceite de oliva virgen
- Sal
Para el pesto de pipas
- 75 g de Pipas de girasol peladas
- 80 g de Albahaca fresca
- 50 g de Queso parmesano o pecorino
- 1 diente de Ajo
- 50 g de Aceite de oliva virgen extra
- Sal
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1.
Comienza poniendo a cocer los macarrones en una olla con agua hirviendo y sal el tiempo que indique el fabricante en el envase. Escurre y reserva.
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2.
Separa el brócoli en ramitos y cuécelos en otra cazuela de agua hirviendo con sal dejándolo 'al dente' (4 minutos). Escurre y reserva.
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3.
Prepara el pesto de pipas y para ello mezcla en un recipiente las pipas de girasol, el ajo pelado y troceado, el queso también partido en lascas y las hojas de albahaca.
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4.
Añade un poco de sal y aceite de oliva y tritura con la batidora. Si queda muy espeso, echa un poco más de aceite de oliva y sigue triturando. Reserva este pesto.
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5.
Lava, seca y parte por la mitad los tomates cherry.
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6.
Echa una pizca de aceite en una sartén, saltea los tomates unos minutos e incorpora una pizca de sal y los ramitos de brócoli cocido.
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7.
Sirve los macarrones con los tomates y el brócoli y agrega un poco de pesto y unas pipas enteras más.
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8.
El resto de la salsa échala en un bol y llévala también a la mesa con los platos.
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