Esta receta es, en realidad, la versión con alcohol de una refrescante limonada. Por eso, puede ser el cóctel perfecto para despedir cualquier noche de verano. Se prepara con dos partes de limonada (si es casera, mucho mejor) y una parte de whisky (preferiblemente irlandés; de ahí, su nombre). Decora con unas rodajas de limón y toda la hierbabuena fresca que necesites para aromatizarlo.
Cóctel Spritz, una explosión de burbujas que nunca pasa de modaPor Susana Baticón