Esta receta es uno de los grandes clásicos, un helado de base de vainilla (creado a partir de una vaina natural y nata) rociado con un buen dulce de leche. Para darle un toque crujiente, nada mejor que tostar unos frutos secos y espolvorearlos al final o integrarlos en la crema del helado. Tú eliges. Igual que con el dulce de leche, puedes comprarlo hecho o elaborarlo de manera artesanal en casa a partir de leche condensada.
- 4 ud de Yemas de huevo
- 75 g de Azúcar blanca
- 400 ml de Nata para cocinar
- 1 rama de Vainilla natural
- 200 ml de Dulce de leche
- 80 g de Peladillas o cualquier fruto seco
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1.
Batimos las yemas de huevo con el azúcar hasta obtener una crema.
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2.
Abrimos la vainilla longitudinalmente, la echamos en un cazo con la nata para cocinar y calentamos a fuego lento durante 5 minutos.
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3.
Retiramos la vainilla y vamos vertiendo la nata en hilo fijo sobre el primer preparado, batiendo con unas varillas eléctricas hasta obtener una crema homogénea. Dejamos que enfríe.
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4.
Ponemos la mezcla en la heladera y esperamos 25 minutos hasta que coja cuerpo. Conservamos en el congelador, pero antes, rociamos con el dulce de leche y espolvoreamos las peladillas o frutos secos previamente tostados.
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