La polenta es una sémola de maíz con la que se pueden preparar numerosas recetas saladas pero también dulces. Es el caso de este pudin, al que también añadimos nueces y miel y servimos con un 'coulís' de fresa.
Para el pudin
- 250 g de Polenta
- 100 g de Azúcar blanca
- 1 cucharada de Miel
- 1 cucharada de Nueces peladas
- Esencia de vainilla
- Mantequilla
Para el 'coulís'
- 200 g de Fresas
- 50 g de Azúcar blanca
- 3 cs de Zumo de limón
Otros
- Frambuesas
- Menta
EL PUDIN
-
1.
Tritura las nueces hasta que queden con una textura de polvo.
-
2.
Incorpora en un cazo el agua, la miel, la vainilla, las nueces y el azúcar y espera a que rompa a hervir.
-
3.
Agrega, poco a poco, la polenta sin dejar de remover y, a fuego lento y removiendo de vez en cuando, deja que espese.
-
4.
Engrasa unas flaneras individuales con un pelín de mantequilla y vuelca la mezcla de polenta.
-
5.
Cuando se haya enfriado, mete en la nevera para que se solidifique y enfríe del todo.
-
1.
Lava, seca y trocea las fresas sin el rabito.
-
2.
Ponlas a cocer en un cazo junto con el azúcar y cocina a fuego medio durante unos 10 minutos o hasta que veas que se han deshecho.
-
3.
Incorpora el zumo de limón y mezcla bien.
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4.
Deja que se enfríe y pasa el resultado por un colador para obtener el 'coulís'.
-
1.
Saca los pudines de la nevera, desmolda con una puntilla en cada plato.
-
2.
Acompaña con el 'coulís' de fresas, unas frambuesas y unas hojas de menta.
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