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clock 30min | easyFácil | 4 COMENSALES

Samosas griegas de queso feta con higos, espinacas y almendras

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La samosa es una empanadilla típica de la cocina del sur de Asia a cuyo relleno, en este caso, le vamos a dar un toque griego por el uso de las espinacas y el queso feta. Su masa es muy similar a la pasta filo que como ya se encuentra muy fácilmente en el mercado, es la que vamos a usar para esta receta. ¡Manos a la obra!

  • 2 hojas de Pasta filo
  • 100 g de Espinacas
  • 100 g de Queso feta
  • 4 ud de Higos
  • 75 g de Almendra picada en grano grueso
  • 80 g de Mantequilla
  • 12 rama de Romero
  • 2 cs de Aceite de oliva virgen extra
  • Sal
  • Pimienta negra
  1. 1.

    Derretimos la mantequilla al baño María.

  2. 2.

    Lavamos, secamos y picamos las espinacas.

  3. 3.

    Desmenuzamos el queso feta.

  4. 4.

    Pelamos los higos y echamos la pulpa en una ensaladera con las espinacas picadas, el queso feta desmenuzado, las almendras picadas y una pizca de sal y de pimienta recién molida.

  5. 5.

    Añadimos el aceite de oliva virgen extra y mezclamos todo bien hasta conseguir un compuesto lo más homogéneo posible.


  6. 6.

    Precalentamos el horno a 180ºC.

  7. 7.

    Cortamos las hojas de pasta filo en 12 rectángulos de 30 x 8 cm.

  8. 8.

    Los colocamos sobre la mesa de trabajo, los untamos con la mitad de la mantequilla derretida y ponemos 1 cucharada del preparado a 1 cm de los bordes en uno de los dos lados más pequeños de cada rectángulo.

  9. 9.

    Colocamos una ramita de romero dejando que sobresalga y doblamos la pasta filo sobre sí misma varias veces en forma de triángulo englobando el relleno.

  10. 10.

    Untamos los triángulos rellenos con el resto de mantequilla derretida y los colocamos en una bandeja de horno forrada con papel sulfurizado.

  11. 11.

    Los horneamos a 180ºC entre 12 y 15 minutos, hasta que comiencen a dorarse los bordes.
PRESENTACIÓN
  1. 1.

    Disponemos en una fuente las samosas y servimos.


  2. 2.

    Si se van a meter en un táper para llevarlas, hay que tener la precaución de dejarlas enfriarse del todo para que no pierdan la textura crujiente.