Una receta clásica de pastel de manzana con un toque aromático delicioso gracias a la canela y al jengibre. El hojaldre comprado nos permite ahorrar mucho tiempo y nos simplifica mucho las cosas. Si no tienes manzanas ácidas, te valdrá cualquier otra variedad. Esta tarta se come templada -de escándalo si la acompañas con helado para contrastar- pero fría también está estupenda.
- 200 g de Azúcar blanca
- 1 pizcas de Canela molida
- 1 ud de Huevos
- 1 pizcas de Jengibre seco en polvo
- 50 g de Mantequilla
- 1 Kg de Manzana ácida (1 kg y 3/4)
- 400 g de Masa de hojaldre
- 50 g de Uvas pasas
- 2 ud de Zumo de limón
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1.
Pela las manzanas, quítales el corazón y las simientes, y córtalas en láminas finas.
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2.
Mézclalas con el zumo de limón, el azúcar, las pasas, la mantequilla blanda y el pellizco de canela y jengibre.
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3.
Extiende la masa de hojaldre y cubre con parte de ella una fuente ovalada de unos 6 cm de altura dejando que sobresalga un poco.
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4.
Sobre ella coloca las manzanas mezcladas con el resto de ingredientes y cubre con el resto de la masa (puedes cortarla en tiras, haciendo una una especie de red y así quedará más vistosa).
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5.
Pega bien los bordes pasando un poco de agua por encima con los dedos y pinzándolo con dos dedos todo alrededor haciendo unos dobleces en la masa.
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6.
Unta la superficie con yema de huevo disuelta en leche y métela en el horno unos 40 minutos.
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1.
Sácala del horno y sírvela templada acompañada con nata líquida o unas natillas espesas. También un poco de helado de vainilla le irá a la perfección.
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