Sus propiedades saludables están fuera de toda duda: es una magnífica fuente de vitamina C, de antioxidantes y de fibra, por lo que nos ayuda a reforzar el sistema inmunitario y a mejorar nuestro tránsito intestinal. Pero es que, además, el kiwi se presenta como un alimento ideal para cuidar la línea dado que sólo aporta unas 80 calorías por 100 gramos de producto. Una fruta que gusta a niños y mayores, cuyo nombre enseguida asociamos a la hora del postre. No obstante, lo cierto es que el kiwi (ya sea en su versión tradicional verde o en la variedad amarilla ‘SunGold’) puede convertirse en un ingrediente realmente interesante también para los platos salados. Su sabor dulce, ácido y aromático (al igual que el tomate) hace que, por ejemplo, funcione muy bien en ensaladas. Además, ayuda a refrescar el paladar cuando se combina con productos muy grasos como los quesos o los pescados azules. ¿Otra ventaja? Si lo usas como guarnición, el kiwi realza el sabor de carnes y pescados gracias a su contraste dulce-ácido, de modo que podrás utilizar mucha menos sal para acentuar el sabor de este tipo de recetas. Hoy queremos proponeros (de la mano de conocida marca de kiwis 'Zespri') cuatro ejemplos de la versatilidad de esta fruta dentro del mundo salado. Para acceder a su modo de elaboración tan solo tienes que pulsar aquí debajo sobre las imágenes:
VER RECETA
Sardinas marinadas y tapenade de kiwi
VER RECETA
'Mini-hamburguesas' con kétchup de kiwi
VER RECETA
Ensalada de espinacas y kiwi
VER RECETA
Ceviche de rape, ají y kiwi