El concierto que Beyoncé ha ofrecido esta noche en el Estadi Olímpic Lluis Companys de Barcelona ante cerca de 55.000 personas ha llevado a la diva del pop a poner rumbo a la Ciudad Condal. Un traslado muy especial para el público español, pero también para la artista, pues ha viajado a nuestro país arropada por su marido, Jay-Z, y sus tres hijos, Blue Ivy, Rumi y Sir Carter. Cubiertos con enormes paraguas para evitar ser vistos y escoltados por un gran equipo de seguridad, el clan al completo ha aterrizado este jueves al mediodía, tan solo unas horas antes del inicio del show, enmarcado en la gira internacional de la cantante, bautizada Renaissance World Tour.
El regreso de Beyoncé, de 41 años, a un escenario español para presentar ante sus admiradores sus nuevos éxitos musicales, la mayoría de ellos pertenecientes a su séptimo álbum, Renaissance, ha generado expectación, emociones y sorpresa incluso antes del inicio del espectáculo. ¿El motivo? La compañía que la estrella estadounidense se ha llevado a la única parada que hará en nuestro país con motivo de su gira, que dio comienzo en Estocolmo. Su esposo, de 53 años, y sus tres niños han vuelto a evidenciar que son los pilares fundamentales de su vida y el mejor de los talismanes. Su primera aparición en la urbe ha estado marcada por el hermetismo y la discreción y han recibido en todo momento protección por parte de varios guardaespaldas, que les han ocultado y acompañado desde la pista de aterrizaje hasta el vehículo que les esperaba a escasos metros de distancia.
Si hay algo de lo que puede presumir la intérprete más premiada de la historia de los Grammy, además de su innegable y sobresaliente talento vocal y sobre las tablas, es de haber construido una preciosa familia numerosa. Unión, complicidad y férreos valores son los denominadores comunes de la relación que une a sus cinco miembros, algo que Beyoncé ha vivido desde su infancia con sus propios progenitores, Mathew y Célestine 'Tina' Knowles, y su hermana pequeña, Solange, que también es artista, a quienes también debe un pedacito de su aclamado éxito.
Beyoncé y su esposo contrajeron matrimonio en 2008 y, desde entonces, se han consolidado como una de las parejas más sólidas de la industria musical internacional. Juntos cumplieron el sueño de convertirse en padres, un emocionante reto que vivieron, en primer lugar, con el nacimiento de Blue Ivy, que desde el pasado mes de enero tiene 11 años. La niña, que guarda un extraordinario parecido con su madre, con quien comparte su característica melena rizada y significativos rasgos faciales, es, de los tres hijos de los cantantes, la más mediática con diferencia por ser la mayor.
Sus orgullosos padres quisieron preservar su intimidad en la medida de lo posible hasta que tuviera cierta edad y, ahora que ya es una pequeña mujercita, marca tendencia allí donde va gracias a sus originales estilismos y arrolladora personalidad. Tanto es así, que incluso ganó su primer Grammy en 2021 gracias al papel que interpretó en el videoclip del tema de Beyoncé Brown Skin Girl, en el que madre e hija aparecían jugando en un pantano y después se unían a otras mujeres negras en un enérgico baile conjunto.
¡Qué cambio! Blue Ivy, la hija de 11 años de Beyoncé, se hace mayor
Los mellizos Rumi y Sir completaron la familia hace seis años. Su llegada en junio de 2017 fue una bendición para el matrimonio Carter-Knowles y, de igual forma que hicieron en su día con su primogénita, han optado por mantenerles alejados del foco público hasta la fecha. Pese a que apenas se han difundido imágenes de ellos, han hecho apariciones estelares en los perfiles sociales de sus padres en ocasiones contadas, realizaron un pequeño cameo en el álbum visual Black Is King de su madre en 2020 y más recientemente formaron parte de la campaña de la marca de moda de Beyoncé 'Ivy Park Kids'.
"Como madre de dos niñas, es importante para mí que también se vean a sí mismas en libros, películas y pasarelas", reconoció la artista en un artículo en la revista Vogue: "Es importante para mí que se vean a sí mismas como CEOs, como jefas y que sepan que pueden escribir el guion de sus propias vidas, que pueden decir lo que piensan y que no tengan límites", agregó entonces.
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