Ainhoa Arteta vuelve a florecer, después de ser operada por segunda vez de las cuerdas vocales
Asistió a la presentación del rosal que lleva su nombre: ‘Es uno de los regalos más bonitos que me han hecho’
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Creció entre flores y, desde hace años, Matilde Ferrer se ha convertido en un referente internacional en el mundo de la hibridación de rosas y la española con más premios internacionales al frente de su compañía, Viveros Ferrer. Además, ha creado flores que llevan, entre otros, el nombre del escritor Blasco Ibáñez y el cantante Georges Mustaki. El pasado martes 20 de septiembre, ha presentado en la Rosaleda del Parque del Oeste, de Madrid, la rosa Ainhoa Arteta, que ha ganado la Copa del Perfume en Laussana (Suiza). “Decidieron concedérmela hace casi dos años y la verdad es que me llevé una grandísima sorpresa. Lo que pasa es que el acto se tenía que haber celebrado el año pasado, pero fue imposible por los problemas de salud que tuve”, recuerda la soprano.
—¿Cómo reaccionaste cuando te la concedieron?
—Tuve una sensación muy especial porque te das cuenta de que es un premio imperecedero en el tiempo. Además, son grandísimas las personalidades a las que se les ha concedido el honor de que una rosa lleve su nombre.
—Entre ellas, Maria Callas.
—Sí, también tiene su rosa. Mira por donde, no he visto que sean muchas las cantantes que tienen una rosa y las que la tienen son a título post mortem. Yo soy la única a la que se la han concedido en vida y que, además, ha podido acudir a su entrega. En mi opinión, es uno de los regalos más bonitos que me han hecho, porque, cuando yo no esté, estarán ellas.
—¿Se pondrán a la venta?
—Hasta ahora, no estaba comercializada, pero, ahora mismo, se puede ir a un sitio especializado de jardinería y pedir la rosa Ainhoa Arteta, Además de espectacular, tiene un aroma impresionante.
—¿A qué huele?
—Tiene un olor muy intenso a rosa, pero también un toque cítrico. Es un aroma muy especial la verdad. Aunque no quieras, te atrae.
—¿A quién se la regalarías tú en este momento de tu vida?
—Lo tengo muy claro: a mi padre, que ya la tiene; a mis hijos; a mi tía Puri; a Pino, que es una grandísima persona a la que quiero muchísimo, y a mis mejores amigas, que han estado conmigo en los momentos más complicados.
—Aprovechando el momento, se puede decir que tú has vuelto a florecer, después de todo lo vivido, ¿no?
—Sí. Ahora mismo estoy terminando de ponerme bien y, si Dios quiere, en octubre o noviembre retomaré la plena actividad. Afortunadamente, tengo muchísimos proyectos y muy interesantes en los próximos tres o cuatro años.
—Ahora has tenido que cancelar una serie de conciertos, ¿por qué?
—Esta vez no ha sido por una cuestión vocal, sino por una complicación renal. Fue un susto, pero ya está prácticamente todo bien. También mis cuerdas vocales, después de mi segunda operación, en mayo. Las tengo perfectamente y lo único que tengo que seguir es una disciplina de rehabilitación hasta que consigan la tonicidad muscular que necesitan.
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