Retuerta del Bullaque, un pueblo de Ciudad Real de menos de 1000 habitantes, ha acogido este sábado una de las bodas del año. Felipe Cortina, hijo de Alfonso Cortina, quien fuera presidente de Repsol y vicepresidente en Europa del Banco Rothschild, y Myriam Lapique, con la arquitecta de interiores Amelia Millán, nieta de los condes de Vistaflorida, se han dado el 'sí quiero' esta tarde en la iglesia de San Bartolomé Apostol, una parroquia de ladrillo y mampostería de reminiscencia árabe que data del siglo XVI o XVII, rodeados de sus familiares y amigos, entre los que se encontraban Marta Ortega y Carlos Torretta, Alonso Aznar con su novia, Renata Collado, Tamara Falcó con Íñigo Onieva o su primo Álvaro con Isabelle Junnot.
Todos los invitados a la boda de Felipe Cortina y Amelia Millán
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Alberto Cortina, tío del novio, ha sido de los primeros en llegar a la iglesia junto a su mujer Elena Cué, con la que lleva casado más de dos décadas, y la hija que tienen en común, Alejandra, de 15 años. Su hermano, Carlos, el siguiente en casarse el próximo mes de septiembre iba acompañado de de su prometida la abogada, Carla Vega-Penichet. También su tía materna, Cari Lapique, con su marido Carlos Goyanes, llegaba junto a su nieto Pedro y su hija Caritina Goyanes. Poco después hacía lo propio Carla Goyanes con su marido Jorge Benguría y sus hijos. Además, entre los invitados estaban buenas amigas de Myriam Lapique como Marisa de Borbón o Nuria González.
El novio ha llegado a la iglesia de San Bartolomé Apostol exultante del brazo de su madre Myriam Lapique, que con un elegante vestido fucsia no podía ocultar su felicidad. Poco después hacía su llegada la novia con su padre, desvelando el secreto mejor guardado: un sencillo vestido blanco, tan minimalista como favorecedor con el que Amelia ha acaparado todas las miradas. A la salida del templo, después de sellar su amor, su rostro sonriente y emocionado lo decía todo ya del brazo de su marido.
Después de la romántica ceremonia, los recién casados han celebrado el banquete en la finca familiar Vallegarcía, situada en el mismo municipio. Se trata de un lugar lleno de significado en especial para la familia del novio ya que su padre, Alfonso Cortina, fallecido el año pasado a causa del coronavirus, la compró en 1993 con el sueño de convertirla en un espectacular viñedo. Unos años después, en 2001, recogieron la primera cosecha de uvas francesas tan exclusivas como la viognier y el éxito de los vinos, le llevaron a abrir su propia bodega en 2006, Pago de Villagarcía, animado en todo momento por su buen amigo el marqués de Griñón, padre de Tamara Falcó, que murió tan solo unos días antes que él. En un pricipio, los novios pensaron celebrar la boda en su residencia estival de Cabo Formentor, en Mallorca, pero finalmente han decidido hacerlo en este enclave tan especial para los Cortina Lapique. La cena ha estado a cargo del chef Iván Cerdeño, reconocido hasta en dos ocasiones con una estrella por la Guía Michelin y Premio Nacional de Hostelería a la Innovación 2018.
Felipe Cortina, de 39 años, fundador de la conocida marca de calcetines Jimmy Lion, y Amelia Millán, arquitecta de interiores y propietaria de una empresa de decoración, han celebrado su gran día rodeados de amigos y de su familia, después de un año especialmente difícil para los cortina. Hace unas semanas, Myriam Lapique reconocía que la boda de su hijo era "una alegría en un año horrible", debido al fallecimiento de su marido, que por su puesto, ha estado en el recuerdo. Alfonso Cortina falleció el 6 de abril de 2020 a los 76 años a causa del coronavirus. El que fuera presidente de Repsol entre los años 1996 y 2004, así como de la inmobiliaria Colonial entre los años 2004 y el 2006, estaba en el Hospital Virgen de la Salud de Toledo desde el 25 de marzo, cuando ingresó procedente de su finca familiar de la localidad manchega de Retuerta del Bullaque (Ciudad Real), escenario este sábado de la felicidad de su hijo Felipe y Amelia Millán.
