Los concursantes de 'Supervivientes' viven con angustia la primera gran tormenta que asola la isla

Los habitantes de Playa Destierro y Cabeza de León han trabajado unidos para poder refugiarse y evitar que la lluvia apagara el fuego

Por Raquel Barahona

Las grandes tormentas en los Cayos Cochinos forman parte fundamental del concurso ya que se desmuestra la fuerza y las habilidades de cada concursante ante un momento de adversidad. Desde que comenzara la edición de Supervivientes 2021 el pasado 8 de abril, los participantes del reality no se habían enfrentado a un temporal, a pesar de que el salto en helicópeto al inicio del concurso estuvo amenazado por una tormenta que se aproximaba a Honduras. En el programa de Conexión Honduras, emitido por Telecinco este lunes, se han mostrado las imágenes de las consecuencias del aguacero que ha asolado las islas y que ha hecho estragos en los concursantes.

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Muy rápidos, los supervivientes se apresuraban a ocultar sus pertenencias debajo de la lona y de la cabaña en cuanto vieron que la tormenta se acercaba a ellos. Aun así, los dos grupos han tenido suertes distintas a la hora de salvar su bien más preciado: el fuego. El de Playa Destierro observaba desde la orilla las nubes negras y la lluvia caer en una isla próxima a la suya. "Te quedas y se pone a llover", le decía entre risas Lola a Agustín. De hecho, tuvieron fuerzas incluso para bromear mientras construían el refugio: "Hacemos un burladero, ¿no?", comentaba Agustín, refiriéndose al lugar donde los toreros se cobijan. Fue gracias a la idea del presentador de radio y televisión que consiguieron no poner en peligro el fuego. Agustín se encargó de refugiarlo bajo la cabaña y los tres concursantes lo han cuidado sin separarse ni un segundo, haciendo turnos y avivándolo. Una vez la tormenta pasó, se sintieron satisfechos con la implicación y el trabajo bien hecho que había tenido como consecuencia el mantenimiento del fuego. 

Algo muy distinto ocurrió en Cabeza de León donde, a pesar de que todos unieron fuerzas para evitar que el fuego se apagara, los efectos del aguacero fueron devastadores. Todos los supervivientes se refugiaban bajo la lona, que habían construido con ramas y hojas en tiempo récord minutos antes, pero pasados unos instantes de intensa lluvia el peso del agua hizo que la tela empezara a romperse, permitiendo así que se formaran unas tremendas cataratas dentro de la cabaña. "Ahora más de uno querría estar en el barco", comentaba Lara Sajén refiriéndose al Barco Encallado donde los lacayos estuvieron aislados hasta hace apenas unos días, cuando se produjo la unificación. "Esto es muy heavy", confesaba Olga Moreno, mientras el agua cada vez caía con más fuerza y todos quedaban empapados.

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A pesar de que los concursantes de Cabeza de León intentaron mover las cenizas del fuego hacía un lugar donde pudieran refugiarlo y que no se mojase por la lluvia, no consiguieron su propósito. Cuando la tormenta pasó, todos salieron hacia el fuego y descubrieron que estaba completamente apagado y húmedo, por lo que era imposible incluso revivirlo. No obstante, de esta experiencia han podido aprender que el trabajo en equipo es esencial para que las cosas salgan bien, algo que han mencionado tanto Omar como Tom Brusse al alabar al equipo por haber sido capaces de dedicarse cada uno a una labor y conseguir organizarse a la perfección.