Ana Morgade sorprendía este miércoles a todos sus seguidores compartiendo una fotografía junto a la que contaba que había estado durante tres días igresada en el hospital por una operación, "una infección bastante pesada que ha acabado en cirugía". La presentadora de yu No te pierdas nada además bromeada en su perfil refiriéndose a la famosa película de Stephen King, Carrie, en la que una joven recibe un 'baño de sangre' en la fiesta de graduación para comparar lo que le había ocurrido. "Un mini Carrie, pero por dentro", escribía junto a un emoticono sonriente. Por suerte, parece que todo ha salido perfectamente. "Estoy contenta y optimista, pero me he llevado un poco de susto, la verdad. ¡Pero ha salido todo increíble! Otra vez, gracias al equipo médico y personal", relataba la cómica añadiendo a todos los profesionales sanitarios que hay detrás de una operación de esta magnitud "sin dejarse a nadie" y agradeciendo también a todos los trabajadores del hospital universitario Montepríncipe "la paciencia y el afecto".
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Lo cierto es que la humorista intentaba quitarle hierro a la operación bromeando con "el lío de hospitales" de los últimos meses. "Entre el parto, las revisiones normales y esto, he llevado camisón más tiempo ya que Pepa, la de Pepa y Avelino. ¡Salud, caris! Os la deseo con la fuerza de una onda vital de Son Goku", comentaba haciendo referencia al personaje de dibujos animados. Pero además, la humorista explicaba también los motivos por los que había escogido un hospital privado en vez de uno público: "Sí, esta vez es un hospital privado. Después de muchos diagnósticos que no me ofrecían una solución que mejorase mi estado -que era complicado y no siempre ha sido operable-, di con unos especialistas magníficos. El doctor Marcos (que es lo más) y el equipo al que pertenece (que también son lo más) me han sacado de esta y se lo agradezco infinitamente", añadía la excolaboradora de Zapeando.
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El pasado marzo, la madrileña era madre de su primer hijo. La presentadora compartía la noticia con sus seguidores después de haber informado durante los últimos meses sobre cómo avanzaba su embarazo y cómo esperaba con ilusión la llegada del pequeño. La fotografía que elegía era un selfie, parecido al que ha elegido para explicar la operación de estos días, que se había hecho en la cama del hospital, horas después de dar la bienvenida a su bebé. "Estoy exhausta, gente. Esto es muy salvaje. Mi bebé está divinamente y mi marido está que no se tiene en pie", escribía, sin dejar atrás su sentido del humor.
