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Como en cada nueva entrega de Supervivientes, la organización del programa tenía una 'sorpresa' preparada para los expulsados. Durante la primera ceremonia de expulsión de SV 2020, José Antonio Avilés, Vicky Larraz y Yiya se enfrentaron a la decisión de la audiencia. Una dura situación para los nominados, pues la estancia en los Cayos Cochinos de dos de ellos peligraba. Jorge Javier Vázquez anunció el veredicto de los espectadores. Las concursantes menos votadas y, por tanto, quienes debían recoger sus cosas y regresar a España fueron Vicky y Yiya. Pero la realidad fue muy distinta y, en lugar de hacer las maletas y poner rumbo a sus respectivas casas, las supervivientes fueron desterradas a otra playa, donde deberán convivir durante los próximos siete días.
Después de despedirse de sus compañeros y abandonar con cierta tristeza la Palapa, el conductor del espacio les dio la gran noticia. "Me voy muy tranquila porque sé que lo he dado todo", relataba la cantante sin poder contener las lágrimas antes de conocer que su marcha no era definitiva. "No soy una persona que necesite a nadie para brillar…", sentenciaba por su parte Yiya mientras continuaba alimentando su polémico enfrentamiento con Rocío Flores, sin saber que no acababa la aventura para ellas.
"Vuestra aventura no termina esta noche, desde este mismo momento sois las habitantes de Playa Desvalida. Un lugar muy alejado de las playas en las que habéis estado hasta ahora y en el que os las tendréis que apañar solitas. Playa Desvalida, como su propio nombre indica, deja mucho que desear", anunciaba Jorge Javier para sorpresa de las recién 'expulsadas'. Vicky, que aseguraba que vivir la experiencia de Supervivientes es algo que "todo el mundo debería hacer", se mostró entusiasmada por la buena nueva. "Es una gran noticia, ¡buenísima! Es fantástico. Otro reto más". Yiya, no obstante, se mostró más comedida y, tras la regañina que recibió por parte de Jorge Javier minutos antes, preguntó al presentador sobre lo que había decidido la organización del programa ante su polémico comportamiento
"Me gustaría saber la decisión que ha tomado la dirección del programa, si puedo saberla, claro, respecto a lo que he dicho. La buena noticia es que hay oportunidades para todos. Yo he venido a medirme conmigo y contra mí, no contra nadie. Es cierto que, aunque sigo pensando lo mismo, me gustaría transmitirles a los padres de Rocío o a quien esté apoyándola en el programa, que a mí no me gustaría escuchar en boca de nadie lo que yo he dicho de su hija. No me he quedado con buen sabor de boca", relataba la exparticipante de Un príncipe para tres princesas, mientras el presentador la invitaba a reflexionar de nuevo sobre su actitud y forma de dirigirse a los demás.
Durante los próximos días, Vicky y Yiya deberán aprender a convivir (y a sobrevivir) por sí mismas, en condiciones todavía más extremas. En este tiempo, y hasta la próxima gala de expulsión, la audiencia tendrá tiempo de decidir qué concursante quiere que continúe la experiencia en Supervivientes y cuál de ellas regresa de manera definitiva a España.
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