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Ya habíamos escuchado las declaraciones de Emilio Zegri, el abogado de Arantxa Sánchez Vicario que gestiona uno de los mayores problemas de la tenista en estos momentos, la petición de prisión preventiva por los más de siete millones y medio de euros que tanto ella como su todavía marido, Josep Santacana, adeudan al Banco de Luxemburgo; y ahora es el turno de Mauricio Jay Kutner, el veterano abogado de derecho matrimonial y de familia que lleva el caso de su divorcio. Se trata de uno de los letrados más prestigiosos de Miami, y también uno de los más caros, ya que cobra la friolera cifra de 750 dólares a la hora. "Conocí a Arantxa hace unos 20 días, ha firmado un contrato con nuestro bufete y hacemos mucho hincapié en que nos tiene que decir la verdad. Me parece una persona muy natural, muy normal, que está pasando un mal momento, como la mayor parte de nuestros clientes, pero su situación emocional es temporal, y en cuanto dejemos esto atrás y cerremos el caso estará bien”, declaró para Sábado Deluxe.
Un equipo del programa se trasladó hasta el despacho de Mauricio Jay Kutner, y allí se encontraba la deportista, que dijo ante las cámaras que estaba viviendo "una situación muy desagradable" y que confiaba "plenamente en mis asesores y en los tribunales”.
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Según su abogado, Santacana no ha solicitado que Arantxa sea evaluada psicológicamente para obtener la custodia de sus dos hijos, Arantxa, que este martes cumplirá nueve años, y Leo, de seis. “En la documentación que tengo aquí, que ha presentado el señor Santacana, no tengo ninguna solicitud de evaluación psicólogica y no hay una base para solicitarla, me sorprendería si decidiera hacerlo, y esto es simplemente una suposición, no lo va a hacer", dijo rotundo. "Lleva a los niños al colegio, es lo que siempre ha hecho como madre, los acuesta ella, los da de comer, los baña, los cuida...", aclaró.
Mauricio Jay Kutner ha desvelado que la deportista no tiene ningún activo a su nombre. "Hasta donde yo sé no he visto ningún documento que refleje que la propiedad esté a su nombre y no conozco ninguna propiedad que esté a su nombre, sin embargo, no hemos acabado de investigar todos los hechos. No tenemos todos los documentos, no tenemos todas las escrituras… no es un caso difícil, es un poco complicado porque no sé donde están los activos, una vez que lo sepamos iremos a una mediación y haremos todo lo posible para solucionar esto", manifestó.
Es decir, la intención del abogado es recopilar la información suficiente para recurrir a uno de los mejores mediadores de Miami y firmar un acuerdo entre Arantxa y Santacana. "En ese acuerdo se establecerá el reparto de tiempo, las vacaciones donde estén implicados los niños, cómo dividir los activos, cómo van a pagar sus deudas, cómo se van a pagar los honorarios de los abogados, que dinero queda para que ellos dividan entre los dos… y el caso se va a cerrar, como cualquier otro caso", concluyó.
El pasado 21 de febrero los testigos del empresario catalán (empleados bancarios o el propietario de la vivienda en la que viven) estaban citados a declarar sobre los ingresos de la pareja en un juzgado de Miami, en concreto, los más de 30 millones de euros que, al parecer, la deportista habría amasado durante su carrera profesional. Este lunes, 26 de febrero, se retoman las declaraciones de este juicio, que coincide en el tiempo con la petición de ingreso en prisión de la pareja por su deuda con el Banco de Luxemburgo y con el segundo aniversario de la muerte de Emilio Sánchez, padre de la tenista. "Hoy tocaba que aportasen documentos varias entidades, documentos requeridos por el abogado de Santacana, que pretendían demostrar que no podía sustentar a su familia, que necesitaba el apoyo económico de Arantxa", ha informado el periodista Pepe del Real en El programa de Ana Rosa.
Emilio, que padecía alzhéimer y llevaba varios meses ingresado en un hospital, falleció el 25 de febrero de 2016 en Barcelona a los 83 años. Su muerte reabrió las heridas de la deportista con su familia, ya que Arantxa fue expulsada del tanatorio por sus hermanos. “No puedo despedirme de mi padre porque no me dejan. Mis hermanos me han vetado, así que si no me veis en el funeral, es porque no quiero montar ningún espectáculo”, relataba poco después del desagradable incidente. Sin embargo, las aguas han vuelto a su cauce y las relaciones familiares se han reconducido.
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