No querían que tomara la decisión en caliente, por eso, tras el duro enfrentamiento que protagonizó en el último programa y que le llevó a perder los nervios, la organización de Supervivientes decidió darle tres días a Alba Carrillo para que decidiera qué quería hacer. Han sido tres días en los que la modelo ha estado totalmente aislada, y ha aprovechado no solo para estar tranquila sino para meditar si quería continuar en el concurso o regresar a Madrid. El esperado momento llegaba y Alba, mucho más serena, confirmaba que seguía en el programa. "Es verdad que no soy muy constante, lo reconozco, no es una de mis virtudes, pero al final aunque hago amagos no soy de tirar el partido a mitad y no me da la gana de rendirme de esta manera, sobre todo por la cantidad de gente que ha confiado en mí y por las palabras tan bonitas que me dijo el otro día mi prima, que las tengo muy meditadas", explicó.
Al ser preguntada si se arrepentía de algo, Alba respondió tajante: "No me arrepiento de nada. Tendría que ver vídeos, pero así en principio no porque cuando saltan chispas es porque ya la maleta viene cargada. He oído cosas que me han hecho muchísimo daño en relación a mi madre, insultos muy graves para mi gusto. Y entonces llega un momento en el que una persona no puede más. Podemos valorarla como concursante si quieres. A mí me parece que ha concursado fatal, ha sido una concursante nefasta, pero de ahí a descalificaciones personales muy graves, pues hombre... es mi madre y me duele. Y si ya luego tocan también a mi hijo pues lo normal es que salte. Lo anormal sería que me quedara como si tuviera horchata en las venas".
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Respecto a si cree que le ha perjudicado el hecho de entrar en el programa acompañada de su madre, parece que la ex pareja de Feliciano López también lo tiene bastante claro: "Desde el principio me di cuenta de que iba a ser una mala influencia en el sentido de que hay cosas que en la vida cotidiana pueden vivir una madre y una hija, pero estar juntas y vivir una experiencia tan fuerte con una madre, no ha sido algo positivo. Aparte que creo que ella no ha enfocado bien el concurso, hay muchas cosas que debería haberse tomado desde otra manera... Desde el principio dije que iba a ser un lastre, no en mi vida sino en el concurso, y así ha acabado siendo". "La voy a querer siempre, pero voy a ser siendo crítica como ella, como ella lo es conmigo. Al final eso es lo que te permite avanzar, eso es lo que espero de la gente que me quiere", añadió la modelo, que reconoció que Supervivientes es un programa que les lleva al límite: "La convivencia de por sí es complicada y en esta situación muchísimo más, porque es un programa muy duro, durísimo, en el que estamos en unas condiciones extremas y es verdad que todo está a flor de piel".
¿Cambiará su actitud a partir de ahora? ¿Cómo será su concurso ahora que ya no está su madre? ¿Descubriremos a una Alba Carrillo desconocida?
