PRIMICIA: El hijo de Myriam de la Sierra, nieto mayor de los marqueses de Urquijo, se ha casado

La boda se celebró en el municipio de Pastrana, Guadalajara

Por hola.com

El hijo de Myriam de la Sierra, nieto mayor de los marqueses de Urquijo, Alejandro Rew de la Sierra ha contraído matrimonio con Rebeca Selma en el municipio de Pastrana, Guadalajara.

Alejandro Rew de la Sierra es hijo de Myriam de la Sierra y Richard Dennis Rew, el que fuera segundo marido de la empresaria. De 29 años, estudió Dirección de Marketing en la Universidad Francisco de Vitoria y actualmente trabaja en la empresa familiar ACN Inc, una multinacional americana que se dedica a la venta directa en el sector de las telecomunicación, energía y otros servicios. Además de contar con una exitosa carrera profesional, una de sus pasiones es la música, canta y toca la guitarra e incluso llegó a formar un grupo de rock, Five Rock Band.

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Alejandro es el nieto mayor de los marqueses de Urquijo, asesinados hace 36 años. Un crimen que, debido a su crueldad y a la relevencia de las víctimas, provocó un gran impacto en la sociedad española de la década de los 80, acaparando cientos de páginas en los periódicos y horas de televisión con amplios reportajes en los que se detallaba lo acaecido aquel terrible 1 de agosto de 1980 cuando María Lourdes de Urquijo y Morenés, y su marido, Manuel de la Sierra y Torres - propietario del Banco Urquijo-, fueron asesinados mientras dormían en su domicilio de Somosaguas. Un seguimiento informativo que lejos de decaer continuó durante el posterior juicio que pasaría a convertirse en unos de los más mediáticos de España.

Rafael Escobedo, casado con Myriam de la Sierra y Urquijo en 1978 y del que estaba separado en el momento de producirse los hechos fue condenado por el crimen a 53 años de cárcel “en concepto de autor de dos delitos de asesinato con la concurrencia de las circunstancias agravantes de premeditación y nocturnidad, a la pena de 26 años, 8 meses y un día de reclusión mayor por cada uno de los delitos. Rafael Escobedo terminó con su vida en 1988, en su celda del penal del Dueso, Cantabria. Javier Anastasio, que iba a ser juzgado en enero de 1998 como presunto coautor del crimen huyó de España antes de celebrarse el juicio. En 1990, Mauricio López-Roberts y Melgar fue condenado a 10 años por encubrimiento.