JMJ 2011: Vigilia de oración y emociones en el aeródromo de Cuatro Vientos

Más de un millón de jóvenes acudieron a este encuentro con el Ponfífice. Ni las altas temperaturas del día ni la tormenta que les sorprendió en pleno discurso les hizo abandonar

by hola.com
Era uno de los actos más esperados de la Jornada Mundial de la Juventud. Por eso, cientos de miles de peregrinos se desplazaron durante todo el día, a pesar de las altísimas temperaturas que se llegaron a alcanzar, hasta el aeródromo de Cuatro Vientos de Madrid donde, a las 20.30h de la tarde llegaba Benedicto XVI y ofrecía un discurso que daba paso a una larga noche de vigilia. Ni siquiera la tormenta de verano que se desató poco antes de las 22.00h hizo que los peregrinos abandonaran el acto. El Santo Padre, sin embargo, se vió obligado a interrumpir el discurso dadas las complicaciones meteorológicas, que hicieron necesaria una revisión de la estructura, aunque no abandonó el escenario, donde permaneció protegido, eso sí, por grandes paraguas hasta que la tormenta cesó y, entonces, continuó la ceremonia. Los príncipes de Asturias también quisieron estar presentes en el que ha sido, sin duda, uno de los actos más emotivos de la visita de Benedicto XVI a España.
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Los voluntarios también asistieron a este acto, uno de los más esperados de la Jornada Mundial de la Juventud. 

Los peregrinos, llegados de todas partes del mundo, supieron esperar pacientemente, a pesar de las inclemencias meteorológicas, la llegada del Santo Padre.

 
Poco a poco fueron llegando todos los asistentes, que llegaron a ocupar por completo la extensa explanada del aeródromo de Cuatro Vientos. 
Los bomberos repartieron agua con las mangueras sobre la multitud de personas que aguantaron la dura jornada de calor que vivió ayer Madrid. 

Un grupo de peregrinos recibe, con los brazos abiertos, el agua que los bomberos lanzan con sus mangueras para refrescarles.

 
El agua ayudó a los asistentes a llevar mejor el calor. 
Los jóvenes aguantaron valientemente el calor, que junto a la emoción del encuentro, dió lugar a escenas llenas de sentimiento. 
La explanada de Cuatro Vientos casi se quedó pequeña ante la gran acumulación de gente que se dió cita en este multitudinario encuentro de jóvenes cristianos. 
Los servicios médicos tuvieron que atender a algunos asistentes por lipotimias y desmayos a causa de las altas temperaturas. 
Don Felipe y Doña Letizia recibieron al Santo Padre a su llegada al aeródromo de Cuatro Vientos. 

Benedicto XVI es recibido sobre el escenario.

 
Cantos y oraciones animaron a los asistentes antes y durante el discurso del Santo Padre. 
A pesar de las altas temperaturas, todos mantuvieron la sonrisa de ilusión en sus rostros y disfrutarron de este encuentro único. 

El escenario contaba con una gran pantalla para facilitar la visibilidad a todos los asistentes que se dieron cita en este encuentro con el Pontífice.

 
Vitores y banderas ondeando al aire frente al escenario donde el Santo Padre ofrecía su discurso. 
Los príncipes de Asturias asistieron, como uno más, al discurso que el Pontífice pronunció durante este acto. 
Benedicto XVI, durante un momento de su discurso en Cuatro Vientos. 
El escenario, de 20 metros de altura, tenía en el centro de su estructura un enorme 'árbol de la vida', de 18 metros. 
Todos celebraron la reunión cantando, bailando y ondeando las banderas de sus países de origen. En la imagen, un grupo de jóvenes españoles. 
Los cientos de miles de peregrinos se llevaron sus tiendas de campaña, colchonetas y otros utensilios que les hicieron más cómoda la espera y el transcurso de la ceremonia. 
El vendaval desatado poco antes de las 22:00 hora obligó al Papa a interrumpir su discurso. 

Algunos de los asistentes fueron preparados con prismáticos para poder disfrutar, más de cerca, de la ceremonia y de todo lo que ocurría sobre el escenario.

 
Bonita imagen del 'árbol de la vida' al caer la noche en el aeródromo. 
La noche se nubló poco antes de dar paso a una tormenta de verano que los peregrinos recibieron de buen gusto tras soportar altísimas temperaturas durante todo el día. 
Muchos de los asistentes fueron preparados con paraguas y/o chubasqueros. 
La tromba de agua no ha inmutado a los cientos de miles de jóvenes que llevaban horas esperando al Pontífice y que en mitad de la tormenta no han cesado de aplaudir y corear lemas de apoyo al Santo Padre. 
Durante la media hora que ha durado la tormenta, Benedicto XVI se ha mantenido serenamente sentado en el altar mayor, donde era protegido por varios grandes paraguas. 
"El Señor con la lluvia nos manda muchas bendiciones", manifestó Benedicto XVI tas reanudar su discurso, interrumpido por la lluvia, antes de señalar que la noche sería "una experiencia inolvidable" en la vida de todos los jóvenes. 
Tras la tormenta Benedicto XVI les agradeció su alegría y resistencia con estas palabras:  "Nuestra fuerza es mayor que la lluvia. Gracias" 
El Pontífice ha denunciado en su discurso el relativismo que desprecia la búsqueda de la verdad y ha pedido a los jóvenes que no tengan miedo ni al mundo, ni al futuro ni a sus debilidades. 

Los peregrinos permanecieron atentos a cada palabra que el Pontífice les hizo llegar a través de su discurso.

 
La emoción se vió reflejada en los rostros de cada uno de los peregrinos, que vivieron este acto con muchísima intensidad. 
Una vez amainó la lluvia, la ceremonia continuó, aunque de forma muy abreviada. 
Una vez concluida la ceremonia y recuperada la calma, cientos de miles de peregrinos siguieron con el plan previsto de pasar la noche en Cuatro Vientos a base de canciones, oraciones y sacos de dormir.