LOS FIORDOS
Parecen tranquilos lagos azules, pero son brazos alargados de los mares que se adentran tierra adentro protegidos por majestuosos acantilados de los que a veces caen hermosas cascadas, son el símbolo de la belleza de Noruega. Hay más de mil, pero los más emblemáticos están en la costa oeste y son el Nærøyfjord, el Sognefjord, el Lysefjord y el Geirangerfjord. Una de las mejores maneras de explorarlos es a bordo de un crucero, como los que realizan los buques de Hurtigruten, que forman parte integral de la vida costera noruega.
GEIRANGER
Es difícil no quedar impresionado ante este profundo fiordo de aguas azules rodeado de majestuosos picos, cascadas salvajes y una frondosa vegetación. Que la Unesco lo hay incluido en su lista del Patrimonio de la Humanidad ya da pistas, pero es que además este fiordo se presta para las excursiones senderistas, para trepar en bici por las laderas de sus montañas y también para, desde un kayak, tomar nuevas perspectivas. La ciudad más próxima al fiordo es Alesund.