Nos detenemos ahora en la isla de Maio, situada en el extremo este del archipiélago, cerca de la capital, Santiago. Es una región de contrastes, frente al desértico sur, el norte destaca por sus bosques de acacias y su terreno accidentado. Un lugar para perderse, apartado de todo, y encontrarse con los locales, con fama de ser los más amables del país. También en esta zona tenemos excelentes playas, como la de Baixo Rotcha en Vila do Maio, el arenal familiar por excelencia, ideal para pasar un tiempo de calidad con nuestros seres queridos, especialmente si viajamos con los más pequeños. La serenidad del lugar no está reñida con la diversión. Tendremos, por ejemplo, la oportunidad de animarnos con unos pasos de baile en alguno de los bares repartidos por la zona.
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