EL PEQUEÑO ENCANTO DE AINHOA
Sara y Ainhoa forman parte de los cuatro municipios que conforman el valle sin fronteras de Xareta, junto a los navarros de Zugarramurdi y Urdax. Entre fondosos bosques, ríos y verdes prados se pasa de uno a otro. Solo 8 kilómetros separan Sara de Ainhoa, una nueva parada para los buscadores de pueblos bonitos. Es tan pequeño como encantador, apenas una calle con los típicos caserones vascos con entramados de madera en rojo o verde y contraventanas de colores, flores frescas en el alfeizar y una placa en la fachada con el año de construcción e incluso el apellido de la familia propietaria.
Tampoco podía faltar en la estampa la iglesia, del siglo XIII con las tradicionales galerías superiores de los templos de la zona; y el frontón, lugar de reunión además de espacio de deporte. En el entorno hay unas cuantas rutas senderistas por las que antes pasaban comerciantes, peregrinos y contrabandistas.
La experiencia de dormir en un lodge flotando en el lago en la costa francesa