DE TAPAS
No estaba en los planes urbanísticos de Felipe II, pero lo cierto es que el entorno de la Antigua, la catedral y la plaza Mayor ha dado pie al florecimiento de locales que presumen, todos ellos, de servir las mejores tapas de la ciudad. Esta sana competencia por agasajar al «tapeador» o «tapista» ha cobrado auge desde que hace 18 años comenzó a celebrarse en la ciudad un concurso de tapas y pinchos que, con el tiempo, ha alcanzado la categoría de campeonato mundial.
Entre los sitios de tapeo de toda la vida están lugares tan clásicos como La Sepia (barlasepia.es), donde parece un milagro haber convertido un plato tan marinero en un imprescindible de la capital castellana. También La Mejillonera (lamejillonera.es), en este caso dedicado al mejillón y al calamar rebozado. Los Zagales (loszagales.com), ganador del concurso en varias ocasiones y uno de los establecimientos con mejor repertorio de pinchos clásicos y vanguardistas (ahí queda su famoso tigretostón, copia de aquellos Tigretones de la infancia solo que hecho de tostón, pan negro, cebolla confitada y crema de morcilla, del que sirven más de 60.000 al año). O Jero (jero.alacarta.site), donde resulta tan difícil decidirte por alguna de sus delicias como tocar barra en hora punta. Pero el caso es que hay mil más y a cuál mejor: La Cárcava (Cascajares, 2), Villa Paramesa (villaparamesa.com), La Teja (barlateja.com), El Corcho (Correos, 2), La Tasquita (la-tasquita.com)… Quede dicho que en Valladolid la tapa se paga aparte.